Capítulo 48: Aclarar este asunto

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Capítulo 48: Aclarar este asunto.

“Él lee lo que escribo pero no quiere entenderlo, no le importa”.

Con las exclamaciones a su espalda avanzó siendo llevada al interior del lugar, el mismo Crystan se asustó por el aura de su padre y ocultó su rostro en el pecho de su madre, el aroma: Agrio, sofocante. Algo lo puso tan furioso que inclusive el olor cambió, de pronto lo desconocieron.

La mano de Lord Stark se ciñó en su muñeca, los muchachos no fueron sentenciados pero sí enviados a una celda.
Mientras tanto el Lord arrastró a la joven por los pasillos de la residencia Glover, una vez estuvo fuera de la vista de los pueblerinos la jaló del brazo para ponerla frente suyo, a Lyrias la capa casi la hace tropezar, es grande y pesada.

—¡¿Qué significa eso?! —Señaló colérico hacia fuera —. ¡¿Qué relación tienes con esos hombres?! ¡Me humillaste! —acusó con su dedo en la cara se la chica agitandolo alterado.

Lord Stark siempre mantiene la compostura sin importar qué, jamás fue visto al exaltado mucho menos acusando a una mujer. Varios soldados voltearon para no presenciar “la pelea”, algunos lores de vez en cuando le propinan una bofetada a sus esposas, el sonido del golpe nunca llegó.

Lyrias sintió ganas de vomitar y dio una arcada, no se encuentra bien luego de todas esas emociones estando su salud tan frágil, él se calló y la sujetó por los hombros quitando su expresión enojada para cambiarla por una preocupada, las cejas se fruncieron con frustración.

—No debiste salir en este frío y con nuestro hijo en brazos —dijo con su tono casi triste, el bebé ya no lloraba pero sí se quejaba por la presión e intensidad entre sus padres —. Brandon, estoy aquí, muchacho —Le tocó la cara y el bebé se calmó por completo, el aura aterradora disminuyó por las palabras suaves.

«De nuevo ese nombre “Brandon”, quién es», quiso aclarar tantas cosas, ambos se dirigieron a paso lento hacia el estudio donde el fuego no había llegado aquella vez. No es habitable el lugar y al Lord no le gustó que su hijo esté allí, aún así dejó a la mujer tomar pinta y papel para escribirle, fue difícil con el niño en brazos así que él lo cargó mientras su madre escribía una carta para su padre.

El hombre tiró un trapo al piso y lo señaló, ella había corrido descalza helandose los pies, algo en Lyrias se estrujó al ver su buena intención, es tan agradecido: «¿Solo por haberle dado un nieve?», se preguntó si era la naturaleza de los norteños o solo este hombre es de una especie rara. Se paró sobre la tela y pudo apreciar el calor, sus pies estaban adoloridos, con el papel sobre la mesa del estudio escribió y se lo mostró.

“No puedes matarlos”, fueron las palabras, “son mi familia”, rápidas y algo desordenadas, la letra nunca fue buena.

Lord Stark frunció el ceño, meció al bebé el cual iba a dormirse en cualquier momento, no quiso alterarse para no exaltar al niño.

—Explicate —ordenó con su tono tan lúgubre que podía aterrar a la gente, la mirada siempre intimidante, no puede retroceder después de haber dado a luz, es lo más atemorizante para una mujer estos días, ¿debe temer al juicio del lobo?

Lyrias creyó que era hora de ser honesta, no hay más, ambos no son enemigos, son antiguos socios, ¿por qué debe mentir? Además, él sabe que Crystan es su hijo y al parecer lo aprecia, es normal, Crystan nació con una belleza impresionante, no hay bebé más cautivador en el mundo. De seguro apenas lo vio no pudo no caer en la influencia abrasadora, Crystan es cálido en su aura por más de tener hielo en su linda piel.

“Johaan es mi compañero, un hermano de aquelarre”, explicó, “y Edward es su amante, somos familia por ello. Solo me han ayudado y sé que incumplimieron su deber pero le suplico, mi Lord, por nuestra antigua amistad le pido perdonarlos”.

Como el Lord de esta tierra él debe impartir justicia y orden, sin embargo, ella quien lo salvó hace tiempo le súplica dejar pasar la ofensa de Johaan Blackwood y Edward Karstark.

—¿Qué es un aquelarre? —preguntó tan confundido como molesto, se sentó en una silla mientras ella se explicaba escribiendo al momento que él leía —. “¿Reunión de brujas?”, ¿qué eres? —Lyrias pudo apreciar como él presionó más al pequeño en su abrazo, si mal no recuerda ella ya le dijo antes que era una bruja, al parecer esa noche en los baños no hubo interés alguno por parte del hombre sobre el asunto, ahora está sorprendido.

“Somos brujos, Crystan también lo es”, puso con cuidado, tuvo miedo de su reacción, “nos asentamos en el norte pero si Lord Stark lo quiere podemos irnos más al sur”, quiso negociar sin notar que había perdido la atención del hombre en su segunda frase, “podemos convivir, somos pacificos, no saldremos del bosque ni dañaremos gente”.

Como el guardián tiene el poder para echarlos si así lo cree correcto, ni siquiera Tristán Rogare se pondrá si esa es su desición, aunque no le guste el sur y se acostumbró al frío del norte, a Johaan también le gustó el norte pues ya tenía a su amante el cual no puede dejar su hogar. Por otra parte, se dice que los brujos son muy apegados al lugar donde nacen, tanto que pueden adoptar algunas características propias del entorno.

—¿Quién es “Crystal”? —El rostro severo del hombre se tornó oscuro —. ¿Estás hablando de Brandon?

Él le puso un nombre al Crystan pero el bebé no reaccionó a ello, el brujo también es apegado a su nombre, ese siempre es dado por su madre en el vientre.

“Su nombre es Crystan, y es un brujo de nacimiento”, Lord Stark hizo un feo gesto y negó, Lyrias no supo a qué se refería su gran enojo.

—No deseo leer más —Arrancó los papeles y los tiró al bracero, nadie puede ver tal conversación —. Volveremos a Winterfell cuando puedas viajar, ahora regresa a tu habitación con las cuidadoras.

«¿Volver con él? ¿No entendió nada de lo que leyó?», no hubo lugar a la negación, llamó a los soldados para que lleven un par de zapados a la mujer, la miró con decepción por haber huido de su guarida, personalmente la escoltó hasta la habitación y dejó al niño en la cama dándole un beso en la cabeza.

Lyrias intentó hacer llegar su influencia, no podía creer que de verdad la secuestrara para retenerla en un castillo, ¿para qué? Le agrada Sara Nieve pero no quiere ser su eterna amiga en Winterfell mientras su hijo crece como un nieve, además, Tristán aún no regresa.

Se metió en las mantas y pudo ver al grupo de mujeres nerviosas por la reciente desaparición de la muchacha, Lord Stark no se fue al momento, se acercó a la líder de las cuidadoras y le instruyó no dejarla sola ni un momento pues ella es “muy escurridiza”.

—Vendré cuando termine el asunto con tus... amigos —le dijo a Lyrias, ella se arropó con Crystan y no quiso verlo, Cregan chasqueó la lengua —. Ven aquí, despídete de tu señor.

«¿Mi señor?», no tuvo tiempo de preguntarse pues el hombre bajó rápido y le dio un beso en los labios, algo húmedo: “Pronto iremos a casa, comportarte como una noble dama o tendré que tratar contigo”, le susurró luego de besarla, le dio otro más superficial para irse del lugar.















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Cregan: ¿Por qué no me amas? ¿No hago todo por ti?

Lyrias: alch compa, ¿era por mí? Yo creí que éramos buenos amigos.


Cregan en negación.

Merlla Rhyor: ¿Ya puedo entrar?

Tristán: No te lo recomiendo.

La bruja cobarde (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora