Capítulo 28: Una cita

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Capítulo 28: Una cita.

“Una reunión de brujos en el círculo de paz. Realmente siento como si fuéramos demasiados brujos en un mismo lugar”.

Con un Johaan muy callado siempre siguiéndola y la cabeza de Tristán Rogare planeando esquemas diabólicos, Lyrias solo pudo pasar sus días asustada por los salvajes que se acercan, en cualquier momento el ataque sucederá.

En su corazón no les guarda malos sentimientos, pero no puede tener una buena impresión si su cabeza está en riesgo, cuando ellos lleguen solo tendrán en mente matar la mayor cantidad de enemigos posibles.

El viejo caballero no se tomó en serio las advertencias de Johaan, sutiles: “Sin Lord Stark en Winterfell quizás los salvajes podrían planear atacar”.

Algo muy ilógico pues cómo llegarían hasta Winterfell en primer lugar, nadie se lo tomó en serio, primero deben enfrentar a los hermanos de la noche y viajar por días hasta la ciudad.

El viejo se había burlado mientras afilaba su espada: “¿Esos sarnosos? Que lo intenten. Somos los protectores de este reino, no podemos tener miedo a unas garrapatas molestas”.

Ante cualquier advertencia los hombres del norte son testarudos, por otra parte Lyrias no puede hacer mucho: No tiene el don de la videncia, lady Velaryon se mantiene muy cerca de la señorita Sara y Tristán adoptó al joven Blackwood como su discípulo principal.

Un discípulo digno.

No le molesta ser desplazada, para nada, él posee un linaje con el que nunca podría competir, ni quiere hacerlo. A la vida de Johaan Blackwood le faltaba un poco de magia y esperanza, se lo ve más fuerte y vivaz, puede dormir sin temor a ilusiones de sueños. Avanza más rápido de lo que Lyrias hubiera podido en toda una vida con restricción, es el don natural.

Estos días no eran del todo nevados, pudo salir a perderse un rato en una colina cercana, le gusta apartarse sabiendo que Tristán desea enseñar a Johaan a solas, no sabe qué cosas prohibidas este inculcando, pero eso no es su decisión: «Johaan no es niño, sabe lo que es mejor para él mismo», inclusive si desea adentrarse en el terreno oculto ella no puede intervenir, esa es una desición propia.

A los pies de un arciano puso una tienda hecha con varas y cuero para aislar el frío, no le gusta estar en el castillo donde sabe “ella” puede verla todo el tiempo, sin Lord Stark siente el lugar peligroso, no estuvo durmiendo bien estos días sin el lobo cuidando Winterfell, tiene hambre y sueño todo el tiempo aunado con la necesidad de buscar refugio, pero nada huele como Lord Stark: protector, territorial y feroz.

No lo admitirá ante Tristán o Johaan pero ella se había escapado a las puertas cuando el Lord emprendió viaje para verlo alejarse con sus hombres, tenía un aura tan intimidante en aquel momento que quiso correr a abrazarlo y preguntarle qué lo tenía tan afligido, si lo hiciera él pondría su cabeza en una pica.

Lo que asustaría a cualquier otro a Lyrias le agrada, ese sentimiento de estar entre sus brazos es único, una parte suya surgió con ansias al pensar en él: «estoy loca, lo extraño», extraña su presencia en el castillo por más que nunca se crucen, las pocas veces que lo hace solo divisa su figura cruzar o se mete a su cama en situaciones extremas, nunca tuvo una tarde tranquila mientras matan el rato bebiendo o jugando con esos tableros que le gustan a los hombres llenos de piezas representando caballos, damas y peones.

Y nunca lo hará, él es un Lord y ella una bruja errante.

¿Por qué lo extraña entonces?

Se recostó viendo hacia afuera, no hay ventisca o lluvia, solo el frío habitual, se preguntó cómo le estaría yendo al hombre en su viaje, lo notó muy malhumorado esa mañana que emprendió rumbo. Una energía vino de repente advirtiendo la cercanía de una criatura, Lyrias se sentó observando de donde se oyó el chillido de un animal alado, es negro y tiene algo en el pico.

«Viene hacia aquí», se dijo sentandose.

El cuervo se acercó y el papel cayó en su mano, ¿es un mensaje para ella? Lo abrió con cuidado y pudo apreciar el aroma del finger negro, sin duda es Abilysa Velaryon: “Deseo encontrarme contigo y tu aquelarre en el círculo de la paz”, fue una petición amable, corta y exigente al mismo tiempo.

«Círculo de la paz», ¡pide tregua! Se exaltó parándose al instante, ¡la bruja mostró la bandera blanca de la rendición!

Corrió dejando su tienda atrás hacia el castillo, cuando llegó tenía mucho sudor y una punzada la hizo detener en la puerta, fue inusual, nunca se altera tanto por correr un poco.

—¿Qué ocurre? —Se apresuró Johaan a apoyarla para que no caiga, el dúo de brujos ese día practicaba la magia por sacrificio, había una docena de pájaros sin cabeza en la mesa ante las velas rojas.

«Rozando el límite siempre», la magia por sacrificio es una especialidad de Tristán Rogare, ya se había preguntado una vez si esto no era brujería oscura, mientras el finger negro no crezca no serán enjuiciados.

Lyrias agitó el papel ante Johaan y este lo tomó, leyó con sus cejas fruncidas, tenía desconfianza ante el pedido.

—¿Qué es? Muestramelo, niño —exigió el brujo mayor, ambos discípulos enseñaron sus expresiones desconfiadas.

El pedido fue presentado ante la cabeza de la Tristán Rogare en su altar donde resguarda su fuerza y las velas rojas lo alumbran. Johaan marcó las palabras en voz alta, Tristán quedó callado unos minutos hasta que Lyrias se acercó para tocar la frente de la cabeza esperando una respuesta: “¿Cuál es la desición?”, la cabeza despertó quitando sus pensamientos.

—No se está rindiendo —soltó Tristán.

—Eso mismo pensaba, ahora sin Lord Stark en el castillo, ¿por qué se rendiría? —interrumpió Johaan, siempre fue valiente al abrir la boca —. Es una trampa, de seguro planea matarnos a todos apenas lleguemos.

«¡No es posible!», Lyrias tiró de la manga de Johaan, él no sabe lo que significa círculo de paz, no puede ser manchado con sangre. Johaan miró a Lyrias sin entender lo que quería decirle, fue Tristán quien le explicó.

—No hay trampas en el círculo de paz, si un brujo rompe el círculo le caerá la pena de muerte —sentenció —. Se llama círculo de paz y es un punto muerto entre dos bandos enfrentados, no hay magia, solo se desgasta con el tiempo y aunque salgan de él tiene un efecto que dura varias horas.

Johaan entendió, aún le falta mucho por leer y conocer, Lyrias puede saberlo porque sirvió toda su vida en la mansión de la matriarca en Kahil, ese lugar está lleno de libros interesantes aunque ella no pueda practicarlo.

—Entonces hay que ir —propuso Johaan, como un joven valiente solo puede intentar probar suerte, inclusive sonrió por lo interesante que será ver un círculo de paz y a esa aterradora bruja que provoca todo este desastre.

Lyrias le echó una mirada a Tristán, es la cabeza disecada quien posee la última palabra en su aquelarre, es el mayor y más fuerte del trío, por más de ser solo una cabeza sin cuerpo.

“Iremos”.














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Todas pónganse su ropa de luto, no te tocaba :'(

La bruja cobarde (Cregan Stark) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora