Julia y Alex llevaban días sin verse, sumidos en sus rutinas, sin que ninguno de los dos pensara realmente en el otro. Sin embargo, el destino tenía otros planes, y ambos se dirigían a la misma discoteca: Neon Pulse.
Marcos conducía con confianza, llevando a las chicas en su coche. Julia y Natalia iban guapísimas. Esta vez, Natalia le había prestado a Julia un vestido blanco de manga larga que acentuaba sus curvas de manera perfecta. El vestido, ajustado y con la espalda al aire, la hacía sentir segura y hermosa. Se miró en el espejo retrovisor, sonriendo al ver cómo el tejido se ceñía a su figura. Le encantaba cómo le quedaba ese tipo de vestido, y ya soñaba con el día en que pudiera comprarse uno propio. Se sentía mal por pedirle a Natalia más prendas, pero la situación económica era complicada.
Natalia, a su lado, lucía radiante en un vestido rojo palabra de honor que resaltaba su figura de manera espectacular. Su entusiasmo era contagioso, y Julia se sintió un poco más ligera ante la perspectiva de la noche.
Estos días, Julia había pasado horas dándole vueltas a su situación, culpando de todo a Alex y a sí misma. La promesa de un trabajo que nunca llegó se repetía en su mente como un eco constante. Se sentía traicionada, como si Alex la hubiera mandado a la mierda después de haberle brindado esperanzas. Pero, por otro lado, la rabia que sentía hacia sí misma era aún más intensa. La mañana después de aquella conversación, había dejado su trabajo en la cafetería, y a veces se preguntaba si debería haber aguantado un poco más.
"¿Por qué me dejé llevar?" pensaba, mientras miraba por la ventana, la vida de la ciudad fluyendo en dirección opuesta a la suya. Sabía que, en última instancia, era responsable de su propia decisión. Se había puesto en esta situación, y la amargura crecía en su interior como un veneno.
Por otro lado, Alex conducía su Maserati con determinación, acompañado por dos chicas. Había quedado con Dante y algunos hombres en la discoteca, y la energía del lugar le prometía una noche llena de diversión. No podía evitar que sus pensamientos se deslizaran hacia Aiko, la chica que había llamado su atención durante la comida con los japoneses. La idea de cómo iba a besarla más tarde le hizo sonreír. Se sentía seguro, en control, y listo para dejar atrás las tensiones de su vida diaria.
Mientras las dos realidades se acercaban, Julia y Alex seguían sin saber que sus caminos estaban a punto de cruzarse en la vibrante atmósfera de Neon Pulse.
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SUSURROS DE LA NOCHE || Finalizada. 🤍
Roman d'amourJulia es una joven marcada por una infancia difícil, luchando día a día para cubrir las facturas del hospital debido a una enfermedad crónica. Con dos trabajos para sobrevivir, su vida da un giro inesperado cuando Alex, el enigmático hermano del niñ...