ALEX
Unos días mas tarde...
Mientras me dirijo a las oficinas de Logísticas Moretti, no puedo evitar sentir una mezcla de emoción y determinación. Este negocio es crucial; es la parte legal que asegura que todo lo demás permanezca en las sombras, alejado de las miradas indiscretas. Sin distracciones, puedo centrarme por completo en lo que realmente importa.
Es el primer día sin Nico en la ciudad, y para ser honesto, una sensación de tranquilidad me envuelve. Aunque lo extraño, sé que es lo mejor para él. Ahora puedo dedicar mi energía a fortalecer mi posición y a dejar de lado cualquier debilidad.
Conduzco mi nuevo Maserati Quattroporte por las calles, disfrutando del ronroneo del motor y de la forma en que el coche se adhiere a la carretera. La sofisticación del vehículo es un reflejo de lo que soy y de lo que quiero lograr. Cada vez que acelero, siento que el poder irradia a través de mí. Este es mi mundo, y no hay espacio para la indecisión.
Al llegar al pabellón, un edificio imponente que se eleva ante mí, aparco con precisión y salgo del coche. La puerta se cierra con un suave clic, y el sonido resuena en mi mente como una declaración de intenciones. Estoy aquí para tomar el control.
Al entrar, saludo a algunos de mis hombres que esperan en el vestíbulo. La atmósfera es densa, cargada de tensión y expectativas. Mientras camino hacia la sala de reuniones, mi mente ya comienza a formular estrategias. Sé que esta es solo una de las piezas en el gran rompecabezas que estoy armando, pero es vital para consolidar mi poder en la ciudad.
Cada paso que doy resuena en el suelo de mármol, y me siento como un rey en su castillo.
Al llegar a la sala de reuniones, me encuentro con un par de japoneses que parecen completamente serios, sentados alrededor de la mesa. Ellos están aquí para discutir el transporte de material de costura al país, una parte esencial de nuestra operación. A su lado, un traductor se prepara para facilitar la conversación.
Los japoneses llevan trajes oscuros y miradas que transmiten disciplina y profesionalismo. En el mundo de los negocios, esto es un buen signo. A pesar de la diferencia cultural, sé que hay un respeto mutuo en juego, y estoy dispuesto a aprovecharlo.
—Buenos días —saludo, intentando establecer un tono firme pero cordial—. Espero que su viaje haya sido placentero.
El traductor se inclina levemente y traduce mis palabras, generando una sonrisa leve entre los japoneses. Ellos asienten, y el traductor responde en un tono suave.
—Agradecemos su hospitalidad. Estamos aquí para discutir los términos de nuestra colaboración.
Asiento, sintiendo que este es un momento clave. No hay espacio para errores. Con Lucas ausente, la responsabilidad recae en mí, y estoy listo para asumirla.
—Entiendo que tienen propuestas interesantes para el transporte —comienzo, mirando a uno de los japoneses, que parece ser el líder del grupo—. Estoy ansioso por escuchar cómo podemos hacer esto funcionar.
Mientras el traductor transmite mis palabras, me doy cuenta de que este encuentro no solo se trata de negocios. Es una oportunidad para establecer conexiones que pueden ser valiosas en el futuro. En el fondo, mi mente sigue girando en torno a la consolidación de mi poder en la ciudad.
Los japoneses presentan su plan, detallando las rutas y la logística que implementarán. Sus cifras son sólidas y bien pensadas, lo que me hace sentir más seguro de que están comprometidos con el éxito de este proyecto.
Mientras escucho, un destello de confianza surge en mí.El poder y la influencia están en juego, y estoy decidido a salir de esta reunión con un acuerdo que beneficie a todos.
—Bien, creo que podemos llegar a un acuerdo —digo finalmente, con una sonrisa que insinúa mi satisfacción—. Vamos a trabajar juntos para que esto sea un éxito.
Cuando cerramos el trato, el líder japonés, un hombre de porte elegante y sereno, me invita a almorzar. Su voz es amable, pero su mirada es intensa.
—Nos gustaría que nos acompañaras a conocer a nuestras esposas e hijas —dice, con un tono que deja claro que es más una invitación que una sugerencia.
Asiento, aunque en el fondo no me apetece. No puedo negar que su formalidad me resulta algo incómoda, pero entiendo que es importante mantener la imagen. El traductor, un joven que parece haber pasado años en su país, se encarga de transmitir cada palabra.
El almuerzo se lleva a cabo en un restaurante elegante. El ambiente es sofisticado, pero las conversaciones giran en torno a temas que no me interesan. Las esposas son amables, pero la conversación se siente distante. Hablan sobre la vida familiar y las costumbres japonesas, mientras yo me esfuerzo por mantener una sonrisa y participar con comentarios cortos.
A medida que avanza la comida, mi mente divaga hacia mis planes para afianzar el control en la ciudad y la creciente tensión con la familia Delgado.
El líder intenta establecer un vínculo, haciendo preguntas sobre mi familia y mis intereses. El traductor se mueve ágilmente entre nuestros idiomas, facilitando la comunicación. Sin embargo, mis respuestas son cortas, casi mecánicas. No puedo evitar mirar el reloj, preguntándome cuánto tiempo más tendré que soportar esta reunión.
Durante la comida,mis ojos se desvían involuntariamente hacia una de las hijas del líder japonés. Se llama Aiko y, a pesar de la conversación que se desarrolla a mi alrededor, su presencia me absorbe por completo.
Aiko es morena, con una piel suave que resplandece bajo la luz del restaurante. Su rostro es perfecto, cada rasgo cuidadosamente esculpido. Lleva un vestido que parece estar diseñado para realzar su figura, ajustándose de manera que deja poco a la imaginación. Hay algo en su forma de hablar, segura y fluida, que me atrae aún más. Habla el idioma con una naturalidad que me hace sentir un poco fuera de lugar.
Mientras sus padres discuten sobre negocios, yo me encuentro atrapado en mis propios pensamientos. Fantaseo con la idea de acercarme a ella, de iniciar una conversación que trascienda las formalidades del almuerzo. Me imagino llevándola a un lugar donde la presión de los negocios se disipe y podamos ser solo dos personas.
Aiko sonríe a menudo, y esa sonrisa me provoca un cosquilleo y no precisamente en el estómago. La manera en que se ríe de las historias de su padre, con un brillo en los ojos, me hace desear saber a que saben sus labios.
Para mí, el sexo siempre ha sido solo eso: sexo. Una experiencia de pura diversión, sin complicaciones ni ataduras. Desde joven, he estado rodeado de mujeres; mi atractivo y mi posición me han garantizado una constante atención. Pero solo una vez me enamoré, y esa experiencia me dejó marcado. La relación terminó en dolor y traición, y desde entonces, he decidido no volver a permitir que alguien se acerque lo suficiente como para hacerme daño otra vez.
Las mujeres que pasan por mi vida son solo eso: encuentros efímeros sin promesas.
Al ver a Aiko, lo único que despierta en mí es un deseo físico, una atracción intensa. Su figura en ese vestido ajustado me atrae de una manera casi hipnótica.
Noto que ella también me observa con deseo. Su mirada es cargada de lujuria, y estoy convencido de que la atracción es mutua. La idea de llevarla a casa y dejar que nuestros cuerpos hablen sin palabras se vuelve cada vez más seductora.
Eso es justo lo que hago. Al finalizar la comida, me despido de los japoneses, asegurándome de mantener la cortesía necesaria. Luego, con una sonrisa que oculta mis verdaderas intenciones, invito a Aiko y a su amiga a un pub al que suelo ir con mis amigos.
Mientras caminamos hacia el coche, no puedo evitar robarle miradas furtivas. La tensión en el aire es palpable, y estoy seguro de que ella lo siente. Esta noche, quería soltar tensiones.
A medida que nos acercamos al coche, una idea surge en mi mente. Podría presentarle a Dante a la otra chica, así tendría la excusa perfecta para quedarme a solas con Aiko.
"¿Qué te parece si llamo a un amigo? Él podría unirse a nosotros y hacer de este un plan más divertido", sugiero, mirando a Aiko y a su amiga. Espero que la propuesta suene atractiva para ellas, especialmente para Aiko, cuya mirada sigue siendo una mezcla de interés y lujuria.
Sin duda esta noche pintaba interesante.
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SUSURROS DE LA NOCHE || Finalizada. 🤍
RomansaJulia es una joven marcada por una infancia difícil, luchando día a día para cubrir las facturas del hospital debido a una enfermedad crónica. Con dos trabajos para sobrevivir, su vida da un giro inesperado cuando Alex, el enigmático hermano del niñ...