Capitulo 18

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La protagonista de su propia mentira.

  

Dejé de visitar Aurea Mediocritas, abandoné mi empleo sin avisar. La buena noticia es que recuperé mi amistad con la profesora Pérez, actúa especialmente amable intentando persuadirme de volver.  

Creo que Marta no le dijo lo que ocurrió e interiormente lo agradezco, sería vergonzoso que alguien más supiera sobre mis infantiles sentimientos. Ahora paso esas horas mirando las manecillas del reloj en mi habitación, mientras intento no pensar en la rubia, lo cual se ha vuelto una forma lenta y dolorosa de suicidio.  

—¿Estás aquí? —me pregunta Claudia chasqueando los dedos. 

—Me parece buena idea —respondo mirando la hoja de papel que tengo enfrente— Claudia escribe y yo hago aportaciones inútiles cada tanto.  

—Eres un desastre —me reprende mi amiga— te tocará corregirlo —frunce el ceño— tienes suerte de que yo te ame. 

Le sonrío. 

—De eso no hay duda —suspiro y cierro los ojos un momento— también tienes razón en lo otro, soy un completo desastre.  

—Te he visto con ella… —comenta en voz baja— ¿tú te has…? —tuerce los labios y se queda buscando las palabras correctas —quiero decir… te gusta y son… cómo amigas…  

Pongo el codo sobre la mesa de lectura, apoyando la barbilla sobre la palma de mi mano.  

—Tú lo has dicho, somos amigas —le aclaro sin dudar— entre ella y yo no ha pasado nada. 

—Por eso a veces me cuesta creer lo de Carmen. Lleva años flirteando contigo y de la nada se acuesta con otra —murmura y vuelve a poner los ojos en su libreta de anotaciones—la profesora Pérez es… difícil de leer.  

—Difícil de leer —concuerdo. Es una descripción muy acertada.  

—Parece que está interpretando todos los papeles dentro de su propia película. Digo, es buena profesora… ¿si notas que sigue al pie de la letra el libro de Metodología Aplicada?  

—¿Eso es raro? 

Claudia se encoge de hombros. 

—Lo que quiero decir es que todos los profesores crean su plan de estudio, ahondando en los temas que consideran más útiles, Pérez sigue religiosamente el libro que selecciona al inicio del curso, incluso las actividades que vienen en él —opina y escribe algunas cosas— me cae bien, pero daría lo mismo que se presente a clases o que nos diga, vayan y estudien esa página.  

—Sí que eres una nerd —me burlo—ni siquiera sé qué libro tenemos en Metodología.  

—Porque siempre estás ocupada mirándole el culo —me arroja una goma.  

—Pensé que te referías a su comportamiento— digo frotándome el puente de la nariz donde me golpeo— cuando mencionaste que es difícil de leer. 

—Eso es aún más curioso. Si está de malas sabemos que debemos tener cuidado y aun así es mejor que cuando está de buenas. Porque ahí resulta imposible predecir sus reacciones. Puede ser un encanto o la más perra. Excepto contigo.  

—Me grita igual que a todos.  

—Señorita Valero, se queda después de la clase —arremete con voz chillona.  

—Eso es solo porque me va mal en su materia.  

—Señorita Valero, acérquese al escritorio.  

MAFIN: <<Tus Ojos>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora