Mejor me callo.
Mejor no digo cuánto me encantan tus ojos
Tus manos, tu voz, tu rostro.
No te mencionaré cuánto amo apreciarte
Tu cabello, tu sonrisa, hasta tu bigote.
Me abstendré de una letanía sobre mi fascinación ante ti
Ante tu boca que me incita a perpetrarla
No contaré más segundos para tenerte entre mis brazos
No pondré mis manos en tus hombros mientras me cargas hacia la luna
Ni besaré tus mejillas cuando Saturno convierta tus lágrimas en diamantes.
En su lugar,
Me callaré un segundo, me ataré la lengua
Y me dedicaré a mirar la infinidad de tus marrones ojos
Hasta que me detengas con un
"¿Qué?"
Que me recordará que no eres un sueño
Eres real, y estás frente a mis ojos.
Incrédula maravilla.
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𝙄𝙉 𝙈𝙔 𝙃𝙀𝘼𝘿
Thơ ca¿Qué ocurre? ¿Por qué de nuevo me llenan las ganas indestructibles y feroces de atrofiar mi rutina de sueño para escribir...? ¡Qué importa! Voy por mi café. Mi poesía, la que se me ocurre en lo más profundo y oscuro de la madrugada. • únicamente p...