Capítulo 38: vergonzosoJimin fue despertado suavemente esa mañana, sintiendo un par de pequeños brazos rodear su cuello y besos dulces en sus mejillas. Abrió los ojos despacio, todavía algo confundido y parpadeando para adaptarse a la luz que entraba por la ventana. Sobre él estaba Yena, con una sonrisa enorme que iluminaba su rostro, y a un lado de la cama, en brazos de Yoongi, estaba Jihoo, observándolo con ojos curiosos.
—¿Qué pasa…? —preguntó Jimin, todavía adormilado, su voz suave y confusa.
—¡Feliz cumpleaños, Jiminie! —exclamó Yena, lanzándose a sus brazos con entusiasmo y llenándolo de besos y abrazos torpes, apretándolo con toda la fuerza que sus bracitos le permitían.
Jimin parpadeó sorprendido y luego sonrió, sosteniéndola con ternura mientras trataba de despejarse.
—¿Mi cumpleaños? —preguntó, confundido—. ¿Qué día es hoy?
Yoongi sonrió al verlo desorientado, disfrutando de esa pequeña sorpresa.
—Es trece de octubre —le respondió con calma.
Jimin lo miró, extrañado y curioso.
—¿Y cómo sabes eso…? —preguntó, algo incrédulo.
Yoongi se encogió de hombros con una sonrisa, como si fuera algo obvio.
—Está en la hoja de empleo que llenaste al inicio —le explicó, acercándose para tenderle a Jihoo, que ahora estaba estirando los brazos hacia Jimin.
Jimin rió suavemente y tomó al bebé en brazos, besando su cabecita y dejando también pequeños besos en las mejillas de Yena, quien seguía aferrada a él con emoción. Aunque estaba agradecido, su timidez lo hizo bajar la mirada, sonrojado.
—No era necesario, en serio. Mi cumpleaños no es tan importante —dijo Jimin en voz baja, acariciando los cabellos de Yena.
Yoongi negó con la cabeza, manteniendo una expresión seria pero amable.
—A partir de ahora, lo será —afirmó con firmeza, sus ojos reflejando una calidez sincera que hizo que Jimin se sintiera especial.
Jimin sintió cómo su corazón se aceleraba un poco, mirando a Yoongi y tratando de asimilar el significado de aquellas palabras. Antes de que pudiera responder, Yoongi se inclinó hacia él con una sonrisa suave y agregó:
—Te trajimos el desayuno —le dijo, señalando la bandeja con cuidado antes de guiñarle un ojo—. Me encantaría quedarme a desayunar contigo, pero tengo que pasar por la empresa a firmar unos papeles. Regresaré cuanto antes.
Jimin asintió y, aún sonriendo, observó cómo Yoongi se preparaba para salir, mientras Yena se acomodaba junto a él, claramente muy emocionada de compartir ese momento especial.
Mientras desayunaban juntos, Yena observaba cada movimiento de Jimin con admiración, mordiéndose el labio como si estuviera debatiéndose algo importante. Finalmente, lo miró con ojos brillantes de esperanza y dijo:
—Jiminie, ¿puedo faltar hoy al cole por tu cumpleaños? —su vocecita estaba llena de una dulzura inocente, y sus ojitos grandes lo miraban con expectación.
Jimin soltó una carcajada ante su descaro, divertido por la idea y la ocurrencia de la pequeña.
—Es un buen intento, Yena —respondió entre risas, acariciando su mejilla—. Pero, no. Hoy también tienes que ir al jardín, igual que siempre.
Yena, al oírlo, dejó escapar un suspiro de frustración y se hundió debajo de las sábanas, refunfuñando en voz baja como si el mundo estuviera en su contra. Jimin la observó con una sonrisa y dejó que ella se desahogara mientras él comenzaba a levantarse para empezar el día.
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I LOVE YOU, BOY | YOONMIN
Fanfiction📌Omegaverse: Yoongi alfa | Jimin omega 📌 🔞 📌Lactancia masculina