I LOVE YOU, BOY | YOONMIN

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Capítulo 45: vacío

Los días posteriores a la partida de Jimin fueron un verdadero infierno para Yoongi. Cada hora parecía alargarse como un recordatorio constante del caos que se había desatado en su vida.

Primero llegó la parte legal. Yoongi y Seung-hyun tuvieron que declarar ante las autoridades. Había un muerto involucrado, y aunque Sungwoon era un delincuente buscado, el sistema demandaba respuestas claras. Yoongi sabía que, si las cosas no se manejaban bien, Seung-hyun podría cargar con la culpa. 

Con toda la calma que pudo reunir, Yoongi le pidió a Seung-hyun que declarara, asegurando que Sungwoon había sido el único culpable y que Jimin no tenía nada que ver más allá de ser una víctima. Para su sorpresa, el alfa aceptó sin dudarlo.

Finalmente, Seung-hyun quedó exento de cargos. Se catalogó como defensa propia, y el hecho de que Sungwoon fuera un prófugo buscado por la policía ayudó a cerrar el caso. Sin embargo, la libertad de Seung-hyun tuvo un costo considerable. Yoongi tuvo que pagar una suma exorbitante para garantizar que todo quedara limpio.

Pero no todo fue tan fácil. Al regresar a casa, Yoongi tuvo que enfrentar a Jin y a su suegra. Ambos estaban furiosos. 

—¡¿Cómo pudiste exponer a los niños de esa forma?! —le reprochó Jin, su voz cargada de indignación.— ¿En qué estabas pensando, Yoongi? ¡¿Qué habrías hecho si algo les pasaba?! 

Yoongi intentó defenderse, explicando que cuando recibió la llamada de Jake informándole sobre la ubicación de Woonyoung, ya iba camino a dejar a los niños en casa de Jin. Sin embargo, su racionalidad se nubló al pensar que la joven podía estar en peligro. Pero Jin no quería escuchar excusas, y su suegra tampoco. 

—Eres su padre, Yoongi. —dijo su suegra, con una mezcla de tristeza y reproche.—Tus hijos dependen de ti. No puedes permitirte cometer errores como este.

Yoongi solo pudo bajar la cabeza, aceptando el peso de sus palabras. Sabía que tenían razón, pero eso no aliviaba su carga.

Si las recriminaciones de su familia no eran suficientes, la situación en casa era aún peor. 

Jihoo, no paraba de llorar. Su pediatra, explicó que la conexión entre el omega y el bebé era más profunda de lo que parecía. Jihoo había establecido un lazo emocional con Jimin, y romper ese vínculo sería complicado. 

Sugirió hacerle un nido con prendas de Jimin. Eso podría darle algo de consuelo mientras se adapta a su ausencia. 

Yoongi siguió el consejo, y aunque el nido ayudó un poco. Jihoo seguía llorando, llamando por Jimin entre sollozos. Ver a su hijo en ese estado desgarraba a Yoongi, pero el verdadero desafío era Yena. 

Yena estaba completamente incontrolable. Lloraba sin parar y culpaba a todos. 

—¡Es tu culpa!—gritaba entre sollozos.— ¡Tú dejaste que Jimin se fuera!

También dirigía su rabia hacia Woonyoung. Aunque la joven estaba completamente inocente, Yena no lo veía así. Para ella, Woonyoung había sido el detonante de la partida de Jimin. 

Jin intentó hablar con la niña, usando toda la paciencia de la que era capaz, pero nada parecía calmarla. Yena seguía pidiendo a gritos por Jimin, incapaz de comprender que las cosas no eran tan simples como ella pensaba. 

Jin propuso algo extremo: 

—Podríamos darle pastillas para ayudarla a dormir. No es una solución definitiva, pero al menos podrá descansar y procesar las cosas de a poco.