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Capitulo 42: preocupaciones

Jimin abrió la puerta y, frente a él, se encontró con una mujer de belleza impactante. Tenía el cabello corto y moderno, y en su rostro se dibujaba una sonrisa confiada. “Hola, soy Sohee,” se presentó con una voz dulce, sus ojos brillando con picardía mientras preguntaba por Yoongi. Jimin estaba a punto de responder cuando, sin necesidad de ir a buscarlo, Yoongi apareció en la sala.

Sin dudarlo un segundo, Sohee se lanzó hacia Yoongi, rodeándole el cuello con los brazos en un abrazo que Jimin percibió como demasiado íntimo, demasiado acaramelado. Su aroma a sandía era dulce, intenso, y se esparció rápidamente por el ambiente, oprimiéndole el pecho de una forma inexplicable. Mientras observaba la escena, sintió una mezcla de incomodidad y algo más profundo, un dolor que no podía esconder, así que decidió desaparecer, girándose sin mirarlos, deseando no haber sido testigo de ese momento.

Yoongi observó cómo Jimin se marchaba en silencio, con una expresión impenetrable. Volvió su atención a Sohee, que seguía aferrada a él con una sonrisa radiante.

—¿Qué haces aquí?— preguntó en un tono seco. —¿Cómo encontraste mi casa?.

Sohee respondió risueña, sin perder ni un ápice de su entusiasmo.

—Un pajarito— le guiñó un ojo y continuó con naturalidad. —Vine a hablar de negocios, y estoy segura de que querrás escucharme.— Yoongi no pudo evitar fruncir el ceño, pero, a pesar de su reticencia, la guio hacia su oficina.

Mientras entraban, Sohee observaba cada rincón con ojos encantados, apreciando los detalles de la decoración. Yoongi le pidió que tomara asiento mientras él buscaba algo para beber, consciente de que las visitas inesperadas no eran de su agrado, pero su educación y cortesía siempre prevalecían.

Se dirigió a la cocina, esperando encontrar a Nana, pero allí solo estaba Jimin, ocupado con lo que parecía ser la preparación de la cena.

—¿Y Nana?— preguntó, deseando encontrar una alternativa que evitara tener que pedirle ayuda a Jimin. —Necesito que me lleve unas bebidas al escritorio.

Jimin no se giró. Sin abandonar su tarea, respondió en voz baja,

—Nana salió a hacer las compras, así que yo me encargaré de llevar las bebidas.— El tono de Jimin era distante, y aunque Yoongi quiso negarse, sabiendo lo incómodo que sería para ambos, finalmente no tuvo más opción.

Sohee se lanzó a hablar sobre su propuesta. Con entusiasmo y gestos expresivos, contó cómo Donatella Versace estaba interesada en organizar un desfile en Seúl y que, como primera opción, la omega había pensado en el lujoso Garden Hotel de Yoongi para el evento. Ella detallaba cada parte del proyecto, enumerando las ventajas de tener un desfile internacional en un lugar tan prestigioso. Yoongi la escuchaba con atención, su mirada fría pero interesada en los posibles beneficios del negocio.

En un momento, Yoongi hizo una pausa en la conversación.

—No sabía que trabajabas directamente con Donatella Versace— comentó con una ceja levantada, observándola de cerca.

Sohee soltó una risa ligera, lanzando una mirada coqueta.

—Oh, Yoongi, hay muchas cosas que aún no te he contado.— Y, con una actitud provocadora, se puso de pie, contoneando sus caderas con elegancia mientras se acercaba al escritorio. Apoyó una mano en el borde y, con suavidad, se sentó en la esquina del escritorio, invadiendo el espacio personal de Yoongi con descaro.

A pesar de su incomodidad, Yoongi mantuvo la compostura, observándola en silencio mientras Sohee continuaba hablando sobre su plan.

El negocio que Sohee le proponía era tentador. Yoongi podía imaginar ya a los medios internacionales desfilando por el vestíbulo de su hotel, la atención mediática constante y los embajadores de Versace hospedados en sus suites de lujo. Era una oportunidad excepcional, un reto tanto para él como para su equipo. Su mente calculadora se enfocaba en los detalles de la propuesta, estudiando cada punto mientras Sohee continuaba hablando con su tono seductor, controlando cada palabra que pronunciaba. Tan absorto estaba Yoongi en la propuesta que no notó cuando Sohee se inclinó hacia él, acercándose peligrosamente.

I LOVE YOU, BOY | YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora