Boyfriend or Bodyguard (Larry Stylinson)

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Harry.

Tres días encerrado sin saber nada de nadie, ni si quiera sé si estoy en Los Ángeles o en otra parte del mundo, la voz misteriosa no había hablado conmigo en un rato y eso me hacía pensar que aún iba a estar aquí un largo tiempo, por lo menos la mucama que se llama Rosita viene a veces a hacerme compañía mientras tiende la cama, me trae comida o ropa limpia.

Quería largarme de una buena vez de aquí, pero la voz misteriosa no me decía nada, y comenzaba a desesperarme, extrañaba mucho a mi familia, pero sobre todo a Louis.

¿Que estaría haciendo? ¿Estaría preocupado por mi? ¿Estaría buscándome? Suspiré.

Rosita entró a mi habitación para dejarme la comida.

Harry: Hola. –Sonreí.

Rosita: Señor Styles. –Puso el plato de comida en la mesita.

Harry: Te dije que ya no me llamaras así, dime solo Harry.

Rosita: –Suspiró rendida. –Está bien Harry. -Sonrió amable.

Comencé a comer mientras Rosita instalaba algo en mi recamara, fruncí el ceño confundido.

Harry: ¿Qué haces?

Rosita: Me dijeron que tenía que poner este pequeño televisor aquí. –Dijo contactando enchufes y otras cosas.

Harry: Oh ¿gustas que te ayude?

Rosita: No, ya quedó. –Sonrió y se alejó. –Puedes encenderlo cuando quieras.

Harry: Gracias. –Dije más que feliz, ahora podría ver algo de televisión y no estaría tan aburrido.

Cuando Rosita salió, tomé el control remoto y encendí la pequeña tele, me esperaba caricaturas, noticias o cualquier programa basura pero, lo que salió en la pantalla me pareció extraño y me desconcertó por completo.

Eran imágenes, imágenes de Louis con aquella chica que me había encontrado en el Starbucks, cuál era su nombre, intenté recordar... oh si, Eleanor.

En las fotografías ambos salían como si fueran una pareja famosa, pero es que yo a esta chica le conocía de una parte. Volví a hacer memoria hasta que recordé a uno de los mejores abogados del mundo, bastante solicitado por los famosos, Paul Calder, eso quería decir que ella era...

Harry: Eleanor Calder. –Murmuré.

X: Muy bien pequeño, acertaste –Volteé asustado hacía la puerta, donde una castaña me miraba con una enorme sonrisa. –Yo soy Eleanor Calder.

***

Louis.

Tres días sin dormir, y aún no sabía nada de nada, había recibió un par de mensajes más de aquel número desconocido pero no me servían para nada, por ahora intentábamos rastrear el número, pero nada, no sabíamos de donde venía.

Liam: –Talló sus ojos frustrado. –Amigo no, esto tardará horas para encontrar algo...

Louis: No te rindas, la policía no ha hecho absolutamente nada, estoy desesperado. 

Liam: Debemos descansar un poco, mañana podemos seguir ¿está bien?

Louis: ¡¿Mañana?! –Elevé un poco mi voz. –Mañana él puede estar muerto con un demonio. –Di una fuerte patada al basurero haciendo un total desastre.

Liam: –Se levantó y me abrazó fuerte, le correspondí de igual manera y ya no pude contenerme, comencé a llorar dejando salir todo lo que tenía guardado, dolía como un infierno, estaba tan asustado, me sentía pequeño e inútil. –Tranquilo. –Acarició mi cabello. -Está bien, libérate amigo, sácalo todo.