Capítulo 44

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Los ojos de Julia me miraban con incredulidad, esperé cualquier cosa de su parte, incluso algo dentro de mi rogaba que por una vez ella vaya en contra de su padre y se ponga de mi lado. O mejor dicho, se ponga en mi lugar. El lugar de una chica desesperada para intentar demostrar que su hermano no está muerto, y poder recuperarlo.

Ella abrió la boca y en un acto que me sorprendió por completo, bufó y se dió media vuelta para enfrentar a su padre.

- ¿Sabes qué? Si no le hubieras disparado a Chris, él seguiría conmigo ahora mismo.

George frunció el ceño - ¿Qué? ¿Ahora yo tengo la culpa? Admite que ella te usó y la dejaste entrar a nuestra casa... - dijo señalandome.

- Es que definitivamente tenías un millón de personas para disparar, ¡Pero no! Le disparaste a mi novio. Estás arruinando mi reputación, papá.

- ¿Reputación? - rió - no me hagas reír, eres una niña malcriada y resentida.

Mis ojos estaban abiertos de par en par, lo que suponía un peligro hacia mi vida ahora se había convertido en una absurda pelea de padre e hija.

Los miraba atónita, la discusión seguia, y cada vez era más intensa.

¿Que seguía haciendo aquí? Di unos cuantos pasos, retrocediendo hasta que finalmente salí del estudio, y por lo tanto de la mansión Ripley. Ninguno de los dos se dió cuenta de que me había ido.

Una estúpida sonrisa se instauró en mi rostro mientras caminaba por la calle, los papeles que indicaban la verdad sobre Dorian estaban en mis manos.

Los mafiosos millonarios eran bastante idiotas cuando se trataba de sus familiares hiriendo sus propios egos. Y Julia y George aparentemente era la misma persona.

🫀

Llegué al hotel, en la recepción me esperaba Dorian, parecía inquieto, cuando me vió se acercó rápidamente a mi y me tomó de los hombros.

-¿Estás bien? ¿Dónde estabas? Jenna, Chris, Melvin y yo te estábamos buscando, nos preocupaba que George te haga algo.

Suspiré - Estoy bien, no te preocupes. ¿Chris ya está en el hotel?

Sonrió un poco desanimado - Si, ya están empacando las cosas. ¿En serio estás bien?

- Todo fue una maldita locura...

Me miró confundido, y entonces le extendí los papeles de su adopción. Leyó sorprendido cada palabra.

-¿C-como...? ¿De dónde sacaste esto?

- Digamos que tuve que hacer una última visita a los Ripley.

- ¿QUÉ? - preguntó - ¿Estás loca? Ese maniático le disparó a Chris hace un par de semanas, ¿Crees que terminó? Por dios... No tienes ni idea como es.

- Dorian - lo llamé - Estoy bien, en serio, digamos que tuve que usar un poco a Julia y a su ingenuidad pero lo logré. Y ahora tenemos los papeles, ahora Jenna va a creernos y podrás venir que nosotros a Rhode Island.

Sus ojos se iluminaron, aunque intento ocultarlo.

- ¿Segura que no te hizo nada..? - murmuró. - Porque te juro que si ese hijo de puta tocó a mi hermanita...

Sonreí - ¿Hermanita? Deberías volver a leer ese certificado de adopción. Nací tres minutos antes que tú.

Me miró sorprendido - ¿En serio?

Volvió a leer el certificado para comprobar que mi información era cerca, era la mayor de los mellizos por tres minutos.

- Mierda Beth, esto es serio. Eres la mayor de nosotros.

- Y parece que tú el menor, hermanito.

Sonreí y lo abracé, me sentía bien en sus brazos, no tenía otra explicación. Dos personas detrás nuestro llamaron nuestra atención, nos encontramos con Jenna y Chris.

- ¿Estás bien? - le pregunté a Chris.

El asintió, dudoso.

- ¿Y tú?

Asentí sonriente - Estoy muy bien.- miré a mi hermana - Tengo que hablar contigo, tengo lo que necesitas. Las pruebas que necesitas.

De pronto todo estaba resuelto, y toda la verdad saldría a la luz.

Entonces así era tomar medidas peligrosas para conseguir buenos resultados.

Irónico, ¿No?

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