Capítulo 1

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Beth Butler.

- Olvídalo, esto no va a funcionar - dije de mal humor bajando de su regazo de golpe, él me miró frustrado. Empecé a tomar mi ropa y miré el reloj. - En media hora tenemos que empezar a prepararnos para la boda, será mejor que salgamos antes de que alguien nos vea.

- Al menos finge tener un orgasmo - pidió casi desesperado - No te estoy pidiendo que te enamores de mi, no que me saludes con un beso en los labios cada vez que me veas. Tú fuiste la que propuso esto, incluso me chantajeaste.

Lo miré molesta - ¿Qué? Yo no te chantajeé. Cambiate por favor, si viene mi madre y nos ve así voy a tener un gran problema, y lo que menos quiero es darle problemas a Jenna el dia de su boda.

Esbozó una media sonrisa y se levantó de la cama, con una lentitud que me estresaba empezó a ponerse la ropa.

- A mi no puede importarme menos que sea el día de mi hermano.

Rodeé los ojos - Eso es envidia.

- No puedo creer que ese bastardo se case con una mujer tan buena como Jenna - contestó - Pero dejemos de hablar de los futuros esposos, ¿Qué te tiene tan molesta?

Me miré al espejo mientras arreglaba mi pelo - No pienso hablar de eso Melvin.

Se acomodó detrás de mi y puso sus manos sobre mi cintura, un poco brusco si me lo preguntas.

- Te conozco tan bien, vamos, ¿Qué hizo Chris ahora?

Solté un suspiro lleno de fastidio y desesperación.

- No hizo nada específico, es solo que... - me sentía una idiota - ¿Recuerdas que te conté que estaba de novio con esa chica bonita? Bueno, parece que todo va muy bien, incluso mejor de cuando estaba conmigo.

Jenna intenta ocultarme las cosas pero no puede, yo las descifro demasiado rápido.

-¿Y ese es el problema? Ademas no puedes saber como se siente, deja de sacar conclusiones. Vas a volverte loca, créeme.

- Es que no puedo evitarlo, me da pudor admitirlo pero yo todavía no lo olvidé. Estoy lejos de eso, el parece ir tan bien y te juro que me desespera.

- ¿Y es por eso que no tienes orgasmos?

Nunca nada podía ser un asunto serio con Melvin Grace.

- Estoy intentando abrir mi corazón y sacas a flote mis debilidades sexuales, ¿Que te crees, Sigmund Freud?

- Está bien está bien muñeca, no te enojes. Entonces, ¿Entiendo que estás frustrada porque sabes que hoy inconscientemente tienes que verlo y no podrás evitarlo, hm?

Bueno, cuando no era tan idiota y decidía usar el cerebro me aliviaba bastante.

- Si, es eso. Me vuelvo una tonta además cada vez que lo veo, y me avergüenza que se de cuenta que él ya pudo superarme y yo a él aún no.

- Está bien, estaré contigo toda la fiesta así logras evitarlo lo mejor posible.

Mis ojos se abrieron con horror - No no, está bien, muchas gracias de todos modos.

Melvin en exceso perjudica a la salud.

- Me ofendes, Betty Boop.

Unos golpes en la puerta interrumpieron nuestra agradable charla, la voz irritable de mi mamá.

- Elizabeth, hora de cambiarte, ya tengo tu vestido.

Sin previo aviso entró y le agradecí a Dios que ambos estábamos cambiados.

- ¿Que están haciendo ustedes dos aquí?

Melvin sonrió y tomó unas rosas - Ayudando con los centros de mesa, ¿No cree que es muy amable de nuestra parte, señora Butler?

Ella le dedicó una mirada de los mil demonios.

- Eres el padrino de boda, deberías estar con tu hermano ahora mismo ayudándolos a prepararse y no con la madrina.

Se encogió de hombros y después de darme un último guiño salió de la habitación, mi mamá me miró desaprobatoriamente.

- ¿No puedes siquiera evitar dar la nota ni siquiera en la boda de Jenna, no?

- No hice nada - contesté molesta y tomé el vestido, era celeste y largo, no estaba nada mal.

- Bien, empieza a cambiarte ahora mismo, la boda es en dos horas y todavía tienen que peinarte y maquillarte.

Con esa última advertencia salió de mi cuarto con un portazo, solté el aire que no sabía que estaba conteniendo. Esta sería una jornada de matrimonio de más intensa.

Somebody to love 🫀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora