Capítulo 18

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Definitivamente esto no era lo que esperaba de mi noche de viernes. Pizza Hawaiana, Melvin y Dorian.

- Entonces - dijo Dorian limpiando su boca con una servilleta y dirigiéndose a Melvin- Eres amigo de Percy, fueron a la misma escuela.

- Eres... Bueno, mas bien yo diría era. - murmuró nervioso. - ¿Nunca me mencionó?

- Percy es un misterio, bueno, al menos desde que yo trabajo en la mansión. Casi nunca está, y cuando si está, pelea con George. Pelean mucho.

- Por supuesto que pelean mucho - contestó Melvin como si fuera lo más obvio del planeta tierra - George se cree con la obligación de que su único hijo varón sea como él, pero Percy nunca será como él.

- Tenemos que encontrarlo. - dije sorprendiendome por mis propias palabras.

Antes estaba obsesionada con irme y dejar todo esto atrás, pero el hecho de que haya una persona (además de Melvin) que sepa por qué estamos aquí y aún así se quede se quede, era muy valioso.

- Lo haremos, no puede ser tan difícil. Percy es complicado, pero bastante prescindible.

- ¿Y que hay de Chris? - le pregunté a Dorian.

- Julia está muy enamorada de él - hizo una pausa - Pero yo la conozco desde que somos chicos, y ella tiene esa absurda tendencia a creer que, no solo las cosas, sino que también las personas le pertenecen. No digo que trate mal a Chris en lo absoluto, pero lo quiere. ¿Entiendes?

Asentí, lo que faltaba. De todas las personas que Chris Watson podía conocer, decidió involucrarse con la que cosifica.

- ¿Y... Crees que Chris sepa de las actividades familiares?

Negó - No lo creo, al menos no aún...

Miré a Dorian con intriga.

- ¿Podemos saber cómo llegaste a trabajar para los Ripley? Digo, creo que es justo teniendo en cuenta que nosotros te confiamos todo.

- Si... Tienen razón. - dijo - como les dije antes, mi familia y la familia Ripley siempre fueron muy amigas. Hace un año y medio falleció mi padre, y George me ofreció trabajar para él para mantener las finanzas de mi familia, y yo acepté.

Hice una mueca - Siento mucho lo de tu padre.

- No te preocupes - dijo amablemente -  Yo lo quería, pero él siempre se encargó de recordarme que yo no era hijo suyo. Ante cualquier mínimo error que cometía.

Con Melvin nos miramos.

- Hay algo que no entiendo - dijo él con el ceño fruncido - ¿Por qué, si George te dió trabajo y es amigo de tu familia, estás dispuesto a pasarnos información y traicionarlo?

Dorian nos miró fijamente - ¿Traición? Lo que estoy haciendo yo es lo más limpio que alguien puede hacer a comparación de las cosas que hacen ellos.

Después de esas palabras, era muy claro que podíamos confiar en Dorian, pero aún así, teniamos que tener cuidado. Cuando terminamos de cenar, salí al balcón a tomar aire.

Necesitaba respirar.

- Va a estar todo bien, Chris va a escucharte.

Suspiré al sentir la presencia de Dorian a mi lado.

- ¿Estás seguro?

Tímidamente puso su mano sobre mi espalda y la acarició fraternalmente.

- Claro que lo estoy, no te preocupes. Sé lo que estás pensando. - frunció el ceño - Puedes confiar en mi.

Asentí con una leve sonrisa, de pronto los dos estábamos absortos en el paisaje de Los Ángeles. Después de unos minutos en silencio, él soltó una carcajada, lo miré con duda.

- Algún día voy a descubrir de dónde te conozco, Beth. En serio, es una maldita locura.

Me acoplé a sus risas - Quizás algún día lo descubramos, pero si no es así, en un futuro lo más gracioso será recordar en que contexto nos reencontramos.

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