- Es un gusto, Hanne. Dime cómo puedo ayudarte, pareces perdida y este lugar es enorme.
Me mordí el labio pensando una excusa rápida,y decidí ir por la "verdad".
- Bueno, George se quedó dormido y no estaba muy segura de si quedarme o irme. Me siento fuera de lugar aquí.
Asintió con algo de duda.
- Ya veo.
Me sentía muy mal por mentirle de esa manera, no parecía un mal chico. De más estaba decir que si George se despertaba y se daba cuenta de lo que yo había hecho, iba a estar en problemas. En serios problemas.
- Tienes dos opciones distintas a irte - continuó - La primera es volver a la habitación del señor George y esperar que se despierte y la segunda es quedarte conmigo y comer un poco de pastel de frutas en la cocina.
Mis ojos se abrieron ante la sugestión - ¿Qué? Digo... ¿Puedo?
Pasar la noche en un lugar desconocido, fuera del plan, y con alguien que recién conocía era un poco dudoso. Aunque quizás, el tuviera algo de información sobre Chris.
Se encogió de hombros - Claro, no tengo nada mejor qué hacer y además no me molesta compartir mi pastel con alguien más.
Fue en cuestión de minutos de encontrarme en la inmensa cocina de los Ripley disfrutando pastel junto a Dorian, y a quien acababa de conocer.
- Está delicioso, ¿No? - preguntó limpiando su boca. - Soy un total incomprendido porque me gusta el pastel repleto de frutas.
Sonreí - Si te hace sentir mejor, mis hermanos siempre critican eso mismo de mi. Es como si el pastel de chocolate sea mejor que el que está repleto de frutas - dije con la boca llena - ¡Tonterías!
Soltó una carcajada.
- Me caes bien, extraña.
Lo miré y sonreí - Tu también me caes bien, chico que tiene el nombre de un libro de Óscar Wilde.
Se cruzó de brazos aún sonriendo - Vaya, cuando pensé que eras distinta a las demás personas resulta que haces al misma referencia que todo el mundo.
- Eres demasiado prescindible.
Sonreí, y luego busqué el momento correcto para hablar sobre lo que quería saber.
- Y, ¿Cómo estamos aquí? ¿Somos las únicas personas además de George, que está dormido?
Hizo silencio en unos segundos en los que parecía pensar - A las diez se fueron las últimas empleadas domésticas, la señora Ripley está de viaje en Asia, el hijo menor, Percy, salió como siempre y creo que su hermana Julia también salió a tener una noche romántica con su novio, ¿Britt.. Pitt.. Chris?
Golpe bajo. Golpe bajísimo.
- Pfff, el amor. ¿No? - pregunté decaída jugando con él tenedor.
- Deberías conocer a ese sujeto, toda la familia está encantada con él. Se nota que quiere mucho a Julia.
Claro.
Así era Chris cuando quería a alguien. Se convertía en encanto ante los ojos del entorno del otro.
Miré a Dorian - No sé que hago aquí. Será mejor que me vaya. - suspiré - Voy a buscar mis cosas a la habitación de George.
- ¿Dije algo malo? - frunció el ceño.
- No no, en lo absoluto. Es solo que es tarde y creo que debería ir a mi casa.
A la casa que no existía, volvería al hotel junto a Melvin.
- Si, es un buen punto - contestó. - Fue bueno conocerte, Hanne.
Sonreí - Igual. Y gracias por el pastel, estaba delicioso.
Me levanté y volví a la habitación de George, con mil pensamientos en la cabeza. Mi única idea era volver a Rhode Island lo antes posible, era absurdo estar detrás de Chris cuando él la estaba pasando bien con su perfecta novia.
Y yo aquí, en una ciudad que no conocía, con alguien que estaba buscando vengarse de una familia y en... Suspiré. George.
Lo miré, acostado en la cama, parecía profundamente dormido. No sabía si este hombre era todo lo que Melvin decía, pero ahora mismo era la persona más tranquila que había visto en mi vida.
Y quizás no se merecía que yo lo esté usando de esa manera para recuperar a mi ex novio.
Me acerqué a él y con cuidado de no despertarlo, cubri su cuerpo con una manta. Se removió un poco y soltó un suspiro de tranquilidad.
¿Qué estaba haciendo con mi vida?
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Somebody to love 🫀
Romance↬Secuela de Rhode Island y Daylight. En el corazón de la sociedad americana, el apellido Ripley es un susurro de terror, un nombre que evoca miedo y sumisión. Melvin Grace ha descubierto el oscuro secreto que se esconde detrás de esa familia, una ve...