El bar es tan ruidoso que no escucho casi nada de lo que dicen los chicos. Nyx está coqueteando con un chico que se llama Nico o Jaisan; realmente no recuerdo el nombre, y yo estoy sola. Me presento a sus otros amigos y me caen bastante bien, salvo Josh, quien me parece algo pesado. Todos estamos sentados en una mesa. Creo que estoy un poco borracha.
Acabo de empezar la universidad y necesitaba una distracción. Aunque no soy de tomar mucho alcohol, lo necesitaba.
Estoy más divertida de lo normal.
— ¿Entonces vas a la universidad tenebrosa? —interrumpe Josh mis pensamientos.
— ¿Tenebrosa? —No entiendo a qué se refiere.
— Murió alguien ahí. —Me dice en voz baja.
— ¡Josh! —le grita Milena.
— ¿Qué? —le pregunta. —No es un secreto lo que sucedió. Una alumna se suicidó, o eso dicen —continúa contándome.
— Eso es terrible —le respondo, completamente mortificada.
No sabía que alguien había muerto. No salió en las noticias y Draven debe haber puesto mucho dinero para que la prensa no hablara. Qué idiota, pienso.
— ¡Otra ronda de tequila! —dice Nyx emocionada.
— Yo no quiero; bebí demasiado. El tequila y yo no somos compatibles.
— Qué aburrida —dice Milena.
No me cae muy bien ella. Desde el primer instante fue algo borde conmigo y no entiendo por qué.
— Miren quiénes acaban de entrar —dice Nyx.
Volteo y veo que son Draven y Lazarus. Dios, qué guapos están. Ambos llevan un traje y están para comérselos. Ninguna mujer se resiste a un hombre con traje, y menos a dos que están así de bien.
Parezco una perra en celo mirándolos. Es que son tan diferentes y tan sexys al mismo tiempo.
Debo haberme quedado mirándolos por mucho tiempo, porque ambos voltean y me miran fijamente.
Al instante esquivo su mirada, pero la puedo sentir muy intensa.
Creo que me voy a hacer pis de los nervios; son muy intimidantes.
— Voy al baño —les digo a los chicos.
— ¿Quieres que te acompañe? —me pregunta Nyx.
— No, gracias. Ustedes sigan conversando.
Me levanto de la mesa y trato de buscar el baño. Paso junto a la mesa de los hombres más sexys que he visto en mi vida, y en el instante en que paso, se quedan en silencio.
Tomo valor y los miro. Ambos me están observando fijamente y no me quitan la mirada.
— Señorita Waverly, espero que no haya venido a este bar a criticar mi pintura —dice Draven con un tono burlón.
Me sonrojo de la vergüenza. No sabía que este hombre tenía algo de sentido del humor.
— Por suerte, no hay una. —
¿QUÉ CARAJOS RAVEN?
Él no parece enojado. Mantiene un tono neutral.
— Siéntate con nosotros —me invita Lazarus.
Dios, Lazarus. Qué hombre tan hermoso. Un tatuaje de un tigre se asoma por la manga de su traje.
— No, gracias. Estoy con mis amigos —le contesto educadamente.
— No era una pregunta —me responde desafiante.
— Y yo le dije que no quiero.
— ¿Usted sabe quiénes somos?
— Sí, y no me interesa. No quiero charlar con dos hombres que son terriblemente groseros y arrogantes. Buenas noches.
Me alejo lo más que puedo y, por fin, encuentro el maldito baño.
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LAZARUS
RomanceYo huyo de mi pasado. Huyo lo más rápido que puedo. La Ravenna que era antes murió ese día. Por suerte, fui aceptada en una universidad extremadamente exclusiva; no cualquiera puede entrar allí. Lo que nunca esperé fue que el dueño de la universidad...