Capítulo 17

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Llego veinte minutos antes a la clase que tengo con Lazarus. No quiero pasar otro momento vergonzoso frente a toda la clase, así que estoy sentada con un café en mi banco. Obviamente, no pude pegar un ojo en toda la noche. Mi café está riquísimo; soy fanática de los cafés dulces. Cuanto más empalagoso, más me gusta. Lil siempre me decía que me iba a morir de diabetes si continuaba comiendo tantos dulces.

Sonrío al recordarla. Cuánto la extraño. ¿Qué pensaría si supiera que tuve mi primer encuentro sexual con un hombre que dobla mi edad? Yo creo que no me creería y pensaría que estoy fantaseando o escribiendo una novela. Aunque, sinceramente, no tengo el talento para escribir una novela. Lo único que realmente me gusta es dibujar.

Como no pude dormir en toda la noche, decidí ponerme a dibujar en mi cuaderno personal. Es la primera vez que lo hago desde que empecé la universidad. Dibujé a Draven y a Lazarus. Me costó mucho retratar los ojos de cada uno; es lo que más se me complica a la hora de dibujar, aunque finalmente lo logré y estoy conforme con el resultado.

Sonrío de nuevo.

"Ravenna, estás completamente desamparada" me digo a mí misma. No me imaginaba que iba a estar viviendo esta vida universitaria.

Nyx todavía no ha llegado a la clase. Intenté despertarla para que me acompañara, pero cuando vio la hora en la que la desperté, casi me arroja un almohadón.

— ¡Son las 6 de la mañana, GothRaven! Déjame dormir o te prometo que te voy a dar una patada —me grita, aún adormilada.

Nunca pensé que Nyx podría llegar a ser una gruñona.

Hoy decidí optar por un atuendo especial. Llevo una blusa negra de encaje que se ajusta a mi figura y una falda larga de tela ligera que me llega hasta los tobillos. Mis botas son de charol, con un pequeño tacón que me da altura sin dejar de ser cómodas. El maquillaje que elegí es sutil pero efectivo: un delineado marcado que resalta mis ojos oscuros y un toque de labial rojo, que contrasta con el resto de mi look. Estoy conforme con cómo me veo. Por alguna razón, quería verme bonita para esta clase.

"Raven, estás caminando por un sendero peligroso" pienso, sintiendo un leve escalofrío al recordar lo que sucedió.

Por suerte, mi género favorito es el terror.

— Raven, realmente lo siento mucho. Te dejé sola —dijo Josh, interrumpiendo mis pensamientos y apareciendo frente a mí.

— Me abandonaste. Huiste como una rata y me dejaste tirada con dos lobos —le respondo, enojada. La indignación resuena en mi voz, pero me aferro al recordatorio de que, gracias a su partida, tuve el mejor orgasmo de mi vida.

— Lo siento de verdad. Ambos me dan mucho miedo, y el profesor Nightingale es aterrador, y el director Ravenscroft aún más —confiesa, su voz temblando ligeramente. Por su expresión, realmente le creo.

Sin duda, tienen razón en ser intimidantes.

— Está todo bien, Josh. No te preocupes. — No soy cruel.

— ¿Crees que podrías darme una segunda oportunidad? —me pregunta, y una parte de mí siente un poco de pena al ver su rostro esperanzado.

Él realmente me está hablando con ternura, pero no me gusta. Debería salir con él; tiene mi misma edad, pero, no tenemos nada más en común.

— Lo siento, Josh, pero por ahora no estoy buscando salir con nadie. — No le voy a decir que me parece un pesado y que no me atrae en absoluto.

— Está bien. Lamento mucho haberte dicho que ser artista no tenía una buena salida. Vi tus trabajos y realmente eres una buena pintora —me dice con una sonrisa sincera.

LAZARUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora