El Mismo Temperamento +18

Cap 85 : Estaciones

El castillo, que un día antes había sido un campo de batalla, ahora estaba en completo silencio.

Los sirvientes se movían con rapidez, limpiando los restos de la guerra y restaurando el orden.

Desde lo alto de la torre, observé a los soldados entrenando bajo el sol de la mañana.

Sus movimientos eran precisos, como si quisieran demostrarme que estaban listos para defender mi nuevo reino.

Respiré hondo.

Había ganado el trono, pero no podía evitar sentir que la verdadera lucha apenas comenzaba.

Bajé por los pasillos, mis pasos resonando en la piedra.

Estaba buscando a Ragnar.

Sabía que su experiencia como rey sería invaluable, y tenía algo importante que proponerle.

Finalmente, lo encontré en los jardines, contemplando las flores con una expresión pensativa.

-Ragnar. -Mi voz interrumpió sus pensamientos, y él se giró hacia mí con una sonrisa tranquila.

-Reina Xacnia. -Hizo una pequeña reverencia, burlándose ligeramente.

-Ya basta de formalidades. -Sonreí mientras me acercaba.- Necesito hablar contigo.

Él asintió, haciéndome un gesto para que lo acompañara.

Caminamos juntos entre los arbustos, el olor de las flores mezclándose con el aire fresco del amanecer.

-¿En qué puedo ayudarte? -preguntó finalmente.

-Quiero que seas mi compañero en el trono. -Fui directa, sin rodeos.

Ragnar se detuvo, claramente sorprendido.

-¿Tu compañero? ¿Por qué yo?

Lo miré a los ojos, evaluando cada expresión en su rostro antes de responder.

-Sé que puedo manejar esto sola, Ragnar. Pero también sé que tu experiencia, tu liderazgo, y tu capacidad para inspirar a los hombres serían de gran ayuda. Juntos, podríamos hacer cosas que nadie esperaría.

Él se quedó en silencio por un momento, su mirada fija en el horizonte.

Luego, soltó una risa baja.

-Interesante propuesta. Pero aún no me has dicho por qué me elegiste a mí.

-Porque confío en ti. -Mi voz era firme.- Y porque sé que, aunque has tenido tus propios reinos y conquistas, tu ambición nunca ha sido gobernar por poder, sino por propósito.

Ragnar me miró de una manera que nunca antes había visto.

Era como si estuviera evaluando cada palabra que había dicho, buscando algo más profundo detrás de mis intenciones.

-Es un honor, Xacnia. -Finalmente, asintió.- Pero si vamos a trabajar juntos, necesitarás algo más que palabras para convencer a los demás. Propongo que celebremos esta alianza con una gran celebración esta noche, en mi castillo.

Sonreí ante su propuesta.

-Por supuesto. Una celebración será perfecta. Que todos vean que este reino comienza con fuerza y unidad.

Él asintió, su expresión ahora relajada, aunque había algo más en sus ojos, algo que no podía identificar.

Mientras seguíamos caminando, Ragnar habló, casi como si estuviera pensando en voz alta.

-Ayer vi a Lagertha.

Mi corazón dio un vuelco.

Había oído hablar de Lagertha, la legendaria guerrera y primera esposa de Ragnar, pero no esperaba que él la mencionara.