Mis manos tiemblan descontroladamente y hago un esfuerzo para no dejar caer la pistola al suelo, mis ojos pican con fuerza y los furiosos gritos de Peter inundan toda la oscura y fría habitación. Observo a mi madre, ella llora con vehemencia y un hombre, el cual yo desconozco, la abraza y le susurra cosas al oído. Tengo miedo, mucho miedo. Quiero salir corriendo, o simplemente llorar, pero sé que si lo hago Peter se va a enojar y mucho.
— ¡¿Vez a esa puta que está ahí?! —Peter grita y señala con la culata del revolver a mamá. — ¡Esa zorra nos abandono, a los dos, por irse con él! —Recorre con la mirada al hombre de arriba abajo, con repulsión. —Nuestro enemigo, nos abandono solo por irse con él. Dispárale, Dante, mátala y ponle fin a esa asquerosa y despreciable escoria.
Niego repetidas veces con la cabeza, por que temo que si abro la boca lo único que saldrá de ella son sollozos.
— ¿No lo harás? —pregunta Peter mientras se agacha hasta mi altura y me mira directamente a los ojos; los cuales, por la desgracia del universo son iguales a los suyos.
Niego una vez más, con lentitud y con mucho temor.
—Tsk —Peter chasquea la lengua y niega con parsimonia. —Siempre supe que eras una basura —me susurra con desprecio para luego agarrarme con fuerza las manos, obligándome a mantener el agarre en la pistola, se coloca atrás de mí y me inmoviliza por completo.
—Nos vemos en el infierno, perra —vocifera y luego ejerce presión en el dedo que tengo posicionado en el gatillo y me obliga a disparar; la bala penetra justo entre medio de los ojos de mamá, esta cae al suelo, muerta.
Un grito de terror escapa desde el fondo de mi garganta, me remuevo para atrás pero el fuerte agarre de Peter en mí no me permite moverme mucho.
—Por favor, no, para por favor —suplico
Peter sujeta mis manos y me obliga volver a disparar, la bala le da a la rodilla del hombre, este grita adolorido y cae al suelo. Peter suelta mi cuerpo, me arrebata la pistola y me da un fuerte empujón, haciendo que caiga de bruces al suelo. Se acerca hasta el hombre, se agacha y le dice unas cuantas cosas antes de colocar el cañón del revólver en la frente del hombre y disparar. El sonido sordo del cráneo del hombre explotando por el impacto de la bala retumba con fuerza en mis oídos. Me acurruco en una esquina, llevo mis piernas a la altura de mi pecho y las envuelvo con mis pequeños y escuálidos brazos. Cierro mis ojos con fuerza y cuento hasta tres, solo deseo que todo esto sea una pesadilla, abro mis ojos y caigo en la realidad; sí estoy en una pesadilla, la horrible y tétrica pesadilla la cual es mi vida. Peter se vuelve a mí, se acerca con pasos rápidos hasta donde me encuentro. Escondo mi cabeza entre mis piernas y muerdo mis labios con fuerza para no sollozar.
— ¡Mírame! —grita Peter, levanto la cabeza y me encuentro con sus fríos e inexpresivos ojos; vacíos, sin sentimientos ni emociones, completamente muertos. —Eres una basura, eres un jodido inútil. Eres una pequeña marica y ¿sabes que se les hace a las maricas? —mis ojos se aguadan, trajo saliva con fuerza y niego con la cabeza. —Hay que exterminarlos —susurra lentamente para después alzar el brazo y obligarme a pararme, mis piernas tiemblan y temo que en cualquier momento caeré al suelo. —Voy a exterminarte —murmura por lo bajo y luego dispara.
Despierto de golpe, me incorporo con rapidez de la cama y tanteo con fuerza mi abdomen, intentando encontrar la inexistente herida. Mi respiración es acelerada y entrecortada, mis manos recorren con lentitud mi abdomen, las yemas de mis dedos encuentran la protuberante cicatriz por donde la bala penetro. Cierro con fuerza los ojos y paso repetidas veces mis manos por la cara.
« Solo fue un sueño, tranquilo, solo fue un sueño. » Intento tranquilizarme mentalmente, suspiro con fuerza y luego me dejo caer con pesadez sobre el suave colchón de la cama. Mi mandíbula se aprieta con fuerza y lo único que deseo es ya no quiero seguir recordando.

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Deuce
AcciónÉl no es como los típicos «chicos malos» que la mayoría de las historias describen. Él no tiene una motocicleta Harley Davidson, no, el tiene un Audi r8 color gris con las ventanas polarizadas y blindadas. Él no guarda cajetillas de cigarros Marlbor...