—¿Él es qué? —Pregunté algo ansiosa al ver que Sam se había callado de repente.
—Tú solo...—se masajeo el puente de la nariz, cerró los ojos y suspiró—aléjate de él, ¿de acuerdo?
—No, no lo estoy; no entiendo que...
—Señoritas.—La potente y ronca voz de Dante nos hace dar un respingo, Samantha se aparta de mí, mirando de reojo a Dante.
—Ohm, yo ya me voy. Tengo que ir a buscar a Samuel, nos vemos Erin. —Murmura Sam atropelladamente, dándose vuelta y alejándose lo más rápido que puede. A mitad de camino se detiene y me echa una mirada por sobre su hombro, sus ojos son suplicantes, llenos de miedo y con una pizca de tristeza en ellos. Y yo no sé que está pasando.
—¿La conoces? —pregunto algo distraída, viendo como Sam se pierde entre el mar de estudiantes.
—No. —Niega y puedo notar su palpable y muy indiscreto fastidio hacia Sam. Aun sigo confundida, sin poder entender completamente lo que ocurre, pero me callo y no sigo indagando más en el tema. Casi por inercia, me acerco a Dante y lo rodeo con mis brazos en un fuerte y efusivo abrazo. Ese acto lo toma por sorpresa, al principio su cuerpo se encontraba tenso pero rápidamente se relajó, correspondiendo a mi gesto y apretujándome contra él.
—¿Qué haces aquí? —Pregunto cuando nos separamos.
—Quería verte.—Murmura y acaricia mi mejilla con el dorso de su mano. El calor sube a mi rostro y sé que me he ruborizado, y lo hago aún más al notar las miraditas furtivas que nos echan. Dante nota mi incomodidad, porque me agarra del brazo y me jala con suavidad para que lo siga. —Iremos a comer algo —dice mientras caminamos hacia la salida—, puedes elegir el lugar que quieras.
No es una pregunta o un ''si quieres'', es una afirmación que hace vibrar mi pecho ante su aura de masculinidad y su espíritu y características imponentes.
—Conozco una cafetería, está a unos kilómetros; el lugar es tranquilo y, bueno, es uno de mis lugares preferidos de por aquí.
—Vamos entonces —dijo y empezó a caminar hacia su auto.
—Vengo en coche —le informo deteniéndome y señalando el Range Rover de Kian.
Se quedó viendo el coche unos instantes y luego se volteó hacia mí.
—Pasaremos por tu casa y dejarás el auto, es mejor ir en el mío.
Quise preguntarle el porqué, pero me conformé con asentir sumisamente y empezar a caminar hacia el Range Rover.
Dante me dejó adelantarme unos metros en la autopista, y mientras iba manejando, con la radio puesta, mi mente maquinaba a toda potencia preguntas cuyas respuestas desconozco. Le subí el volumen a la radio, intentando acallar mis pensamiento pero fue en vano. Suspiré con fuerza y me enfaticé mentalmente interrogar a Samantha mañana que la viera. Ella no podía simplemente pedirme que me alejara de Dante y no explicarme sus razones y dejarme con la duda burbujeando en mi pecho, no, es inaceptable. Completamente inaceptable.
Aparqué frente a la casa y me bajé del auto para abrir la verja, para guardar el coche en el garaje. Aproveché unos minutos para subir hasta mi habitación y acicalarme un poco; rociar perfume en mi cuello y rellenar mis labios con gloss rosa. Me miré en el espejo unos segundos y luego sacudí mi cabeza.
¿Por qué me esfuerzo tanto por lucir bien para Dante? Me pregunto mentalmente frunciendo inconscientemente el entrecejo. ¿Por qué busco su aprobación?
¡Porque es Dante! Grita una vocecita en mi cabeza. Proceso mis palabras con lentitud; porque es Dante... ¿Y qué tiene Dante que...?
Un bocinazo interrumpe mi pelea mental y me saca de mi ensimismamiento. Vaya, es algo impaciente el muchachito, pienso mientras tomo mi bolso y me doy una ultima miradita en el espejo. Bajo rápidamente las escaleras, saltándome uno que otro escalón pero procurando no caer rondando por las escaleras. Salgo por la puerta trasera y me aseguro que quede bien cerrada, aún sigo algo ''traumada'' por la intrusión de Dante en mi habitación.
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Deuce
ActionÉl no es como los típicos «chicos malos» que la mayoría de las historias describen. Él no tiene una motocicleta Harley Davidson, no, el tiene un Audi r8 color gris con las ventanas polarizadas y blindadas. Él no guarda cajetillas de cigarros Marlbor...