Parte 1/3
3 meses después...
Hace 3 meses que me mudé con Kian y hace un mes y medio que empecé la universidad. Todo ha sido normal, he hecho dos nuevos amigos; Samantha Walk, una chica con el pelo color lila pastel, con una personalidad extrovertida y con un humor bizarro. Y Samuel Walk, su intrépido y simpático hermano gemelo. Son muy divertidos y me paso la mayor parte del tiempo libre con ellos.
Kian está cursando su tercer año de la universidad —yo estoy comenzando el primer año— y decidió estudiar medicina, y luego quiere cursar un posgrado en Neurofisiología clínica. He de admitir que me sorprendí mucho cuando me lo comentó. Kian, mi idiota hermano, estudiando medicina. ¡Wouh...!
Por otra parte yo decidí estudiar diseño grafico y tomo cursos en una escuela de artes todas las tardes de los fines de semanas.
A Kian le concedieron una beca completa por jugar Futbol americano, eso le deja el camino libre en el tema de los pagos de la universidad. Afortunadamente —o no tanto— yo, a pesar de haberme esforzado en mis estudios y haber tomando clases extras en el verano, solamente conseguí media beca. Así que me toca pagar el resto; y la universidad donde estamos Kian y yo (la Universidad Estatal Wayne) es una universidad privada y por ende el pago de la colegiatura es elevado.
Por lo que Kian me había comentado anteriormente él tiene un trabajo y él se encarga de pagar la renta de la casa y poner víveres en nuestro refrigerador; y una de las cosas que yo odio es la dependencia. Por eso decidí buscar un trabajo, para ayudar con la renta o para comprar los alimentos, poder pagar la colegiatura de la universidad y para tener un dinero extra para cualquier emergencia. Me pasé la última semana buscando por Internet puestos de trabajo que se acomoden con mi horario y que no requieran de mucha experiencia. Luego de haber buscado y buscando encontré el trabajo perfecto para mí: cajera en un local de Domino's Pizza abierto las 24 horas del día. Y por eso me encuentro aquí en este momento, hablando con la gerente del establecimiento:
—Los horarios serán de lunes a jueves de 6:00 PM a 11:00 PM. ¿Está de acuerdo? —preguntó la señorita Brown, la gerente.
—Claro —exclamé con entusiasmo por haber conseguido el trabajo.
—Puede empezar el siguiente lunes, si le parece bien.
—Sí, sí, me parece bien. Muchas gracias —resistí el impulso que tuve de abrazar a la gerente. Esta hizo un asentimiento con la cabeza y dio media vuelta.
Me gire hacia Kian (él cual había insistido en acompañarme) y vociferé con alegría:
— ¡Conseguí el trabajo! —Kian abrió sus brazos, invitándome un abrazo, me tire contra él, envolviendo mis brazos alrededor de su abdomen.
—Felicidades, fea —susurró cerca mi oreja
—Gracias, tonto —me separe de él, pero dejé mi brazo envuelto en su cintura. — Pero regresemos a casa, me muero del sueño.
Kian paso sus brazos por sobre mis hombros y empezamos a caminar. La noche había caído completamente, dando paso a una brillante luna cuarto menguante y a un cielo salpicado de millones de estrellas luminosas. Las calles se encuentran solitarias, excluyéndonos a Kian y a mí. Caminamos en silencio, sintiendo el helado viento chocar contra mi piel descubierta. Una pequeña corriente de electricidad recorre mi espina dorsal, pero no es el frío lo que me hace estremecer. Tengo un muy mal presentimiento. Kian ha de haber sentido mi repentino cambio corporal porque se detiene —asiendo que yo me detenga también— y se vuelve hacia mí.
— ¿Estás bien? ¿Tienes frío? —pregunta sacándose su chaqueta.
Niego con la cabeza.
—No, no tengo frío. Es solo que...

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Deuce
ActionÉl no es como los típicos «chicos malos» que la mayoría de las historias describen. Él no tiene una motocicleta Harley Davidson, no, el tiene un Audi r8 color gris con las ventanas polarizadas y blindadas. Él no guarda cajetillas de cigarros Marlbor...