Aveces los hombres no comprenden lo mucho que una mujer los puede amar, aveces no comprenden todo lo que podemos dar por ustedes, no lo entienden.
Si mi integridad dependiera de mi amor hacia ti, la perdería, pues yo daría todo por ti.
Te amaría aunque fumaras, pues así me acostumbraria a probar labios sabor cigarro, te amaría aunque bebieras, así me embriagaria con tu aliento.
Porque tuya soy, y tuya me considero, te amaría aunque me rompieras el corazón, pues si me lo rompieras, estaría dispuesta a crearme otro solo para que ese también me lo rompieras.
Mienteme, pero dime que me amas, y te regalaré en un instante un sublime placer.
Regalame tu aroma.
Toda tuya, amor mío.
Sé mío, una sola y única vez, porque amante soy de tus ojos, tus oscuros y cafés ojos, que me quitan el aliento.
Yo me di a ti, tú me despreciaste, y veme, sigo aquí, amandote con locura.
Me quiero perder en tu aroma, en tus besos, en tus mentiras en ti. Mucho te amé, y mucho te amaré.
Quiero quitar la impureza que hay en mi a causa de ti, quiero quitar los malos pensamientos que me quitan mi pureza, no me he entregado a ti en cuerpo, pero si en alma.