Bonita de cara, boquita pintada sin carmín, en tu piel tan blanca la desidia de verano esculpí,
cuando tu mirabas con esos hoyuelos de sonreír, pues jovencita tu eras y eres, eres un deseo
para mi.Eras como esa rosa roja y pequeña y soñada en mi mano abierta por los senos de un jardín, como queriendo acariciar a la flor mas caprichosa del verde rosal mojado salpicado de luz y allí andabas tú, pero así pasaste de largo, lentamente con falda corta, destrenzando la materia del aire cual pétalo atado al viento, con el sol tatuado en tus labios y mariposas en tus piernas, dejando clavada una nota de papel diciendo "sí" con la espina de tu inocencia en el éxtasis de mi piel y aquel calor hecho condena repartido por mi cuerpo, sin tu querer pero sin fin.
Al par que paraste el tiempo con un coqueteo de reojo dejó la esencia de tu cabello olor a sabanas de juventud tras de si.
Seguro que entonces sabias a fresa y caramelos de jazmín.