30 de Julio de 2015.
Por la noche:
¿Por qué yo no? ¿Por qué no me dejas amarte?
Deja que mi perfume se impregne en tu piel unos segundos, déjame que mis labios sean tu adictiva droga, déjame amarte.
Déjame verte tal y como eres, sin ningún contratiempo, ni ningún impedimento, déjame hacerlo.
Déjame jalar de tu camisa, déjame desprender botón por botón, igual no la necesitaras para lo que prosigue.
Déjame encender el fuego de tu interior, con una caricia.
Déjame provocarte de todo con tan sólo un beso en el cuello, déjame.
Déjame destruirte tal y como lo haces día a día conmigo.
Déjame marcarte mi labial en el cuello de tu camisa.
Permíteme hacer que llegando a tu casa te pregunten, ¿por qué tu camisa está manchada?
Déjame marcarte el cuello con una sugilación.
¿Me permites sentirte hasta lo más profundo de tu interior?
Te aseguro que será como un momento de amantes, pues después de esto, quizá ni tú vuelvas a saber nada de mí, ni yo de ti.
Y si nos enamoramos en el acto prohibido, después de nuestra despedida nos llenara la melancolía y desesperación por volver a intentarlo, por conseguir vernos una vez más.
Ya estará en el destino, volvernos a ver o no.
