Como cada noche, busco vehemente la estela de tu voz que me guíe a tu luz.
Tu luz rutilante que atrayente, sutil me encandila y de amor me aniquila.
Me aniquila y da vida, extraña dicotomía en que gira mi existir, impregnado de tu elixir.
Tu elixir, mágica cura aliviando mi locura, y reforzando esta manía
de amarte sin cuantías.
Cuando quieres...
Cruzas el portal de mis sueños y desnudas mi alma decididamente derramando la dulzura de tu Voz.
Cuando quieres...
Con el aplomo de un Dios, sanas las heridas del desamor y vuelves lajas mis cicatrices.
Cuando quieres...
Haces brillar la ilusión del amor, en el parpadeo inconsciente de ésta necedad insistente.
Cuando quieres...
En besos te deshaces y corre fuego en mis venas cuando de mí te adueñas.
Cuando quieres...
Mi pecado es amarte y mi condena perderte, porque cuando quieres...
Sabes la forma de retenerme.
Cálido tiempo veraniego, el sol brillando en el Cenit, y yo... Sólo pensando en ti.
Arena y sol me envuelven, y dulces son los pensamientos que se agolpan en mi mente.
Sonrisas avivan mi rostro, eres Tú, ataviado de color...
Aromas de cítricos y mar.
Labios sabor a menta y luz con la promesa de detener mi búsqueda incesante.
Ojos que guardan mi cielo, descanso reconfortante donde mi esperanza renace.
Siempre tu rostro colorido aparece, abrazando mi calma y llenando de regocijo mi alma.
