Escondida bajo el envolvente aroma de tu piel, piel fundida bajo extracto de rosas y flores, natural, natural eres tú, mi pequeño sueño.
Envuelta en las olas de tus brazos, llenas de tempestad y destrucción, pero con tu brazos me cubres y me proteges.
Rendida ante esos dos destellos brillantes de luz, llenos de vida, y de profundidad, cubiertos por la magia de tu mirada.
Labios irresistibles, llenos de miel y dulzura, delicioso aliento de menta azucarada, y perlas a su alrededor.
Muñeca de sololoy, ¿por donde andas?, buscas meterte en sus más íntimos sueños, en su lo más recóndito de su mente, buscar ser el último suspiro de sus noches, y el primer respiro de su amanecer, ¡qué ingenua eres!.
Hermosa, pero fría, envuelta por el amor, empacada con pequeñas letras advirtiendo "Manéjese con cuidado".
Frágil y fácil de quebrar, llena de sentimientos e ilusiones, llena de sueños.
¿Qué quieres de él? ¡No lograrás nada con esos hermosos labios carmín!, hermosa pero hueca.
Llena de atracción, buscas meterte bajo su cama, para dormir abrazada de él, ¡¿Acaso crees que lo lograras?!
Hermosos ojos negros, llenos de misterios e historias, hermosas mejillas rojizas llenas de vergüenza y pena.
No busques parecerte a las demás muñecas superficiales, llenas de sueños rotos, y caritas falsas, tú eres única e importante, eres autentica, hecha a mano, y pintada al óleo.
Tan joven, pero tan coqueta.
Buscas meterte en sus ojos a como dé lugar, buscar ser su sonrisa, al precio que sea, buscas obtener su mirada.
En vez de pelear por lo que quieres, te escondes bajo la cama, y haces correr tu maquillaje con las amargas y agrias lágrimas.
No te fijes en su pasado, busca representar e incluso ser su futuro, busca ser la elegida, la que él escoja, la muñequita que el adore con tan sólo mirarla, que su corazón se enamore con tan sólo una bella sonrisa.
Las muñequitas, envidiosas de ti, pues tú eres única, no necesitas ser nadie, así como eres, estas perfecta.
Te paseas por la luna, dando pequeños brinquitos, pero no sabes que en cualquier momento podrías caer, y eso sería catastrófico, pues te destruirías, y él ha sanado tus terribles heridas.
Mantienes una amena conversación con las estrellas, buscando que te den permiso para apoderarte de ellas, y así poder dárselas a él.
Te paseas por la suave y tersa arena, mojas tus pies con la marea, y recuerdas, lo dulce y relajante que es su voz.
Su voz aviva tus sentidos, ilumina tus ojos, endulza tu alma.
No seas como las muñecas que se meten en su cama, y se adueñan de su alma, sé como la muñequita que se mete en su cama, para acompañarlo en sus sueños, para cuidar su sueño, y no permitir que nadie ni nada lo despierte.
Pues así te gusta, te gusta admirarlo, pues él es arte, y tú eres una flor, una pequeña flor, reencarnada en el cuerpo de una bella muñeca.
Sé su musa, sé su luna, sé su sol, sé su aliento, sé su alegría, sé su vida.
-La muñequita de sololoy.
