Vivo la vida amando cada uno de tus detalles, tu energía, sensibilidad y entusiasmo imparables que no conocen límites y recorren todos los campos de la ciencia, el deporte y las artes.
Atrapada me tienes en tu fortaleza de emociones una a una se vapulea implantándose en mi alma.
Metamorfosis sufre mi espíritu cuando me embebo tu voz, en la profundidad de mi pensamiento.
Tomo de la luna su misterio para esconderme en las aristas que surgen entre tu alma y tu cuerpo.
Es el Sol mi cómplice perfecto cuando cada mañana beso tus labios con un cálido reflejo.
Te he amado y sentido en la sabia de mi piel, que te llevo conmigo atado a mis sueños, y solo a Dios pido que nunca me faltes vida, para seguir amándote hasta mi último aliento.