Abrazarte... Así abrazarte, sintiendo el suave roce de tus dedos inundando de vida a mis poros, impregnarme con el fuerte aroma que se desprende del aura de tu alma.
Mirarte... Así mirarte, y acunarme en tu tierna mirada, sintiendo tus labios tan cerca de los míos, buscándose... arrebatados, queriendo sellarse para tocar la eternidad.
Abrazarte... Y volver a abrazarte, uniendo nuestros universos, deslizando las palmas... unidas, que se vuelven amor en un parpadeo, sin querer soltarse... para que nunca te vayas.
Mirarte... Y volver a mirarte, y unirme a ti, en un dulce suspiro, cubrirte todo de amor, en un respiro, el tiempo se colapsa quedándose impávido, los temores se repliegan y me refugio en tu regazo.
Llévame.. en el suspiro que de tu boca escapa, cuando en un descuido, mi efigie te atrapa.
Sí, llévame acurrucada en la esencia de tu alma, que sientas la suavidad con que mis manos de aman.
Llévame en un parpadeo, que en ti quede mi recuerdo en un santiamén, anclado aún sin tú, haberlo evocado.
Así... Llévame contigo adherida en tus respiros como la piel que te abriga, donde sólo seas tú, conmigo.
Tan solo Tú... sacias mis ansias escarpadas con suaves caricias de tus labios, me embebo con el néctar divino, que me alimenta y me llena de vida.
Tan solo en tu sonrisa... Se refleja la paz de mi tiempo, soy regocijo cuando te contemplo, y se abraza mi alma a tu universo, sellando el furor, mis fisuras.
Tan solo en Tu regazo... se cristalizan mis anhelos, colmándose los deseos carnales cuando avanzas sin límites, y te regalas en tu savia, generoso.
Tan solo contigo... Me siento plena en tus brazos, ataviada del aroma de tu aliento, inmersa en el infinito de tus ojos, la plenitud se eterniza en mi templo.