Amor mío, mi amor.

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6 de Agosto de 2015. En carretera.
Respiro de mi vida, suspiro de mi silencio, pecado de mi alma, obsesión de mi mente, mi amor. No sabes cuanto te amo, no tienes idea, me olvidaste, y yo aún sigo aquí padeciendo de una enfermedad muy particular, la enfermedad de la obsesión. Nunca me había sentido tan aferrada a algo, o a alguien, hasta que lo conocí, aunque poco a poco me estoy curando, me estoy curando de él. Diario me embriago con él, diario me drogo con su recuerdo, quisiera que me dieras un beso con esos labios que me hechizan, quisiera que diario me miraras con esos ojos cafés que me hacer delirar, pues antes de ti, yo prefería ojos de color, pero después de ti, no cambio ningunos ojos de color por los tuyos.
Es que no es como te peinas, porque peinado o despeinado me encantas, no es como te vistes porque formal o informal, me fascinas, no es nada, simplemente eres tú, es tu esencia, es tu encanto, es presencia.
Cariño, no tienes porque tener pena de verme, ni de decirme tus malas intenciones, pues creó que alguna mujer necesita aceptarlo, las chicas tanto como los chicos, también tenemos malas intenciones hacia ellos, ustedes no son los únicos, ósea y que, ¿eso me convierte en una p*ta? No, para nada, sólo soy honesta, y si según los demás si lo hace, pues estaré encantada de serlo, pues para esta la vida, el cuerpo, para admirarlo, no para tenerlo guardado, eso no significa que tengo que incitar a todo el mundo a verlo, más sin embargo, tampoco está mal, pues aunque a mí, sinceramente, no me atrae mucho el cuerpo de un hombre, más que el cuello, la espalda, las clavículas, sin embargo, puedo tener malas intenciones, y eso como lo vean las personas, me vale madres, para mí está bien.
Y si lo amo, entre muchísimas cosas además, es por que tengo un deseo insaciable, de besarlo, besarle el cuello, acariciar su espalda, que me sostenga sobre su torso, para así poder besarlo, contar cada uno de los lunares de su cuerpo, para amarlo, y para disfrutarlo, porque al menos yo no quiero que sea como un trofeo, lo admiro pero no lo toco ni lo siento, pero eso me da igual, lo amo más que por eso, y por eso es mi amor, es el amor mío.

Diario de mis bajas pasiones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora