Enredaré tus brazos sobre mi cuello, y mis manos sujetarán tu cintura, mis piernas se sostendrán sobre las tuyas, y mis labios se enredaran en los tuyos.
Cuando estés sentado, iré y me sentaré sobre tus piernas, desviaré tu mirada a mi boca, y mis oscuros labios te besaran. Me daré a ti. Cuando la oscuridad se apodere del lugar, y mi miedo sea inexplicable, me daré a ti.
Cuando me busques, no me hallarás, me perderé en ti, y aunque me tengas enfrente de ti, no notarás mi presencia.
Te inundaré de placer, te inundaré de deseo, seremos el uno para el otro. Y en unos años, me recordaré a mi corta edad, y recordaré lo pícara que era, y me reire.
Ten por seguro que nunca te dañaré, aunque te vea besarte con una imbecil hija de su madre, siempre mantendré mi amor hacia ti. Mi amor hacia ti siempre será eterno.
Maldito amor, me envenenas, me marchitas, soy tan solo una joven flor, llena de vida y de juventud, poseo un cuerpo y un alma, que son sólo mías, y ya me dedique a regalarte cada pedazo de mi alma, me estoy acabando.
Mi juventud en unos años ya no será más, mi belleza no permanecerá inmune, mi cuerpo perderá su encanto, ¿qué tendré para darte?. Sólo mi amor.
Es imposible estar contigo y que a los diez minutos sólo busque besarte.
Te odio, porque me haces amarte de una manera inexplicable, de una manera que es imposible de deshacer, tengo un sentimiento de rencor muy en mi interior, porque quiero odiarte por haber roto mi corazón y a la vez, quiero dártelo todo.
