A Bianca se le ocurrió que necesitábamos dar la bienvenida al nuevo año escolar y con el apoyo y consentimiento de Carlo, el jefe de estudios y los demás profesores, además de los alumnos colaboradores y delegados, organizaron una fiesta de iniciación para el viernes por la noche de esa misma semana. Claramente, no iba a haber alcohol, todo muy light.
¿Qué clase de locura era esa? ¿a quién se le ocurría hacer una fiesta de niños pequeños sin alcohol ni marihuana ni nada de eso? ¿qué quería que tomáramos? ¿patatas fritas? ¿zumos de piña? Me hizo tan poca ilusión la idea de la directora que la deseché enseguida y decidí que no iba a ir. También era obligatorio que las chicas fuésemos vestidas con vestiditos y los chicos con esmoquin. Todo muy tarta de fresa, princesas y castillos rosas.
En primer lugar, yo no tenía vestidos porque los odiaba, no me gustaban y si me sacaban de mis vaqueros, mis converse y mis camisetas básicas me incomodaban y no lo consentiría.
Como siempre, Alessia y Oly no se conformaron con mi decisión de no ir ni con mis motivos del por qué no quería ponerme ningún tipo de vestido. Parecía que no me escuchaban porque después de darles un verdadero discurso sobre los vestidos, los tacones y las estúpidas fiestas de ese tipo, se me quedaron mirando las dos en completo silencio y cinco segundos después volvieron a la carga, tirándome cojines y tirándose ellas encima de mí gritando que sí que iría, que me obligarían y que no les importaba nada mis discursos y mis chorradas. Eran demasiado odiosas y repelentes.
- Si vienes el viernes a la fiesta con un vestido que yo te dejaré y unos tacones, te prometemos que el sábado por la noche nos escaparemos e iremos a una fiesta de verdad -Alessia alzó sus cejas perfectamente depiladas en un gesto sugerente y resoplé.
Y así fue como acabé el viernes por la noche con un vestido azul oscuro casi negro y de palabra de honor. Me miraba al espejo y no podía creer la imagen equivocada que daba de mí misma.
La parte de arriba del vestido estaba tallado con un débil estampado no muy llamativo y una cinta blanca con el mismo estampado rodeaba mi cintura, haciéndola estrecha. El bajo del vestido era más holgado, tenía volantes y brillaba. Era bonito, pero no para mí. Me veía tan ridícula que quise quitármelo y meterme en la cama a dormir, en serio, no quería salir así vestida.
Oly no dejaba de repetirme que estaba fantástica, abrumadora, impresionante... pero aunque fuese verdad, no me gustaba como me veía y más con los tacones del mismo color que el vestido. Era un palmo más alta y estilizaba mi figura, pero no era mi altura, era falsa. Resoplé.
Mi pelo negro azabache estaba peinado con cuidado por Alessia y tenía varias ondas o tirabuzones que caían por mis hombros y mi espalda en cascada. Del maquillaje me encargué yo, aunque no me maquillé en exceso. No pensaba estar mucho rato en esa fiesta de críos.
Oly iba vestido con un vestido rosa palo de tirantes que le quedaba muy bien y levantaba su pecho, eso era lo que más le gustaba del vestido y me reía cada vez que se miraba al espejo y hacía resaltar aún más sus pechos apretándolos con sus brazos.
La chica de pelo rojo intenso vestía un vestido de dos piezas, más o menos como el mío. La parte de arriba era palabra de honor y tenía un estampado diferente, bonito pero más currado. Éste estampado estaba en color negro mientras que el fondo era blanco. La parte de abajo, la falda era blanca y era de cola de pato. Le quedaba realmente bien. Había recogido su pelo en un moño alto despeinado, con algunos mechones sueltos y estaba muy guapa.
Eran las 23:00h. de la noche y hacía solo dos horas que habían acabado de cenar y ahora tenían que ir a lo que fuera eso, porque cada vez que me decían que iba a ser la mejor fiesta a la que había ido en mi vida... discrepaba bastante.

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Merece la pena odiarte
Teen Fiction¿Qué pasaría si se juntase el fuego con el hielo? ¿la vida y la muerte? Lo mismo que si juntas a Edith Lombardo con Oliver Ferrara, su enemigo desde el primer día en el internado Ancora. Ella es una italiana dura, fría, casi sin sentimientos y harta...