Entre sonetos y filosofía,
borracha de preocupación,
Y de fondo una triste melodía, acompañándome en mi momento de meditación.Pensando en qué es la vida.
Antes pensaba en la muerte, a la cual temía.
Sin embargo ya no le temo, pues ya la tengo asumida.Dejé de temer a la muerte, pues cuando vivo, no existe.
Y cuando muero, soy yo la que no existe.
Y si dejo de existir, dejo de sentir.
¿Entonces? No tiene sentido que tengamos miedo de morir.Si hay que temer, es al vivir. Para vivir mal, ¿no es mejor morir?
Si, al fin y al cabo, mi alma vuelve y aprende. Mi alma, vive y muere. Y mi alma, alma de oro, morirá.
Morirá en el intento de vivir.Dime, Platón, ¿cuántas veces tengo que sufrir, el calvario de vivir?