Poema 39.

46 7 6
                                    

¡Qué dulce es poder verte, sin recordarte!

Ya no me pesa el alma,
ni las lágrimas que en un tiempo pasado,
fueron negras.

Ya no me quema tu herida, señal de que está curándose.

Ya no voy muerta en vida, pues ya no te quiero tanto.

Y aunque te siga amando, formarás parte de un recuerdo,
un capítulo más en el libro de mi vida.

Ahora soy fuerte, y le agradezco al tiempo, al cual llevo tatuado, su paciencia.

En mi vida, me tomaré tantas molestias,
actuaré con conciencia.

Ya no te quiero, y aunque sea mentira,
en mi corazón, se hace verdad.

Un día lluvioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora