Mi corazón, abiertamente tuyo.
Mis heridas se van curando con tu sonrisa.
Y este es uno de mis típicos poemas,
románticos.
Declarándote en ellos.
Eres tú, amor, la fuente de mi inspiración.
Eres tú, mi vida, eres tú mi perdición.
Por una senda de cordura, caminamos tú y yo.
Y caminamos despacito,
para no romper tan delicado amor.
Libérate de las cadenas, con las que tan duramente me golpeas.
Sé que el pasado te hizo daño, compartimos el dolor, si quieres.
Y mis manos sinceras, te acarician puras.
Y mil promesas, tan sinceras, tan regaladas...
Hazme libre. Y libérate tú también.
Si no confias, te entregaré mi alma.
Será tuya.
