Poema 35.

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¡Qué recuerdo más fúnebre, si te pienso, me viene!

¡Hoy te he visto, y he muerto, pues te creía olvidado!

En mi vida había amado, ni sufrido tanto, ¡serán cosas de enamorados!
Ese...no es mi caso.

¡Qué dulce penitencia, es el recuerdo de tu boca salada, de tu penetrante mirada!

¡Que ya no te necesito!, proclamo, mintiéndome.
Mis huesos saben
que no es verdad,
pues consumidos por el amor están.

¡Qué amargo sabor, tiene la tristeza!

Te quiero, y siempre permanecerá.
Como diría Platón, el amor, es eterno, pues siempre es amor.

Te quiero, y nunca, mi vida, dejaré de hacerlo.

Un día lluvioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora