Y ese vacío que dejas en mí, cuando te vas...
un vacío lleno de curiosidad, confuso y atontado suplicándole a mi corazón que deje de llorar...Tu rostro, tan suave... y tu ojos, que son la envidia de la oscuridad...y tu boca, el motivo de mi locura.
Que no existe otra cura para mí dolor,
que la calidez de tu calor, esa sensación de protección que siento con cada abrazo tuyo.Tus ojos, el mejor cuadro. Tus lágrimas, se tiñen del color negro de tus ojos.
La más bonita canción, nunca escuchada,
la melodía armoniosa que escucho con cada palabra que sale de tus labios...Dueños de mis sentidos, que hacen que me estremezca con cada caricia...
Haces que nuestras pieles se fusionen, y nuestras almas se digan lo que nosotros, con palabras, no podemos.