Poema 65.

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En un espigón me evado y sobre tu regazo muero.

En esta playa que llenamos de amor, escribímos nuestros nombres,
rodeándolos con un corazón.

Nos sentimos niños...

Déjame llenarte de carícias infinitas.

Déjame regalarte besos, que no cuestan dinero.

Déjame escribirte poemas, firmando mi amor en ellos.

Que no habrá tormenta que arrase con la fuerza de nuestros abrazos.

Que no habrá lluvia, que apague nuestra pasión.

Que no habrá tristeza ganando la batalla a la alegría.

Y juro, ante los poetas que me inspiran,
que al menos yo,
no caeré en el olvido.

Y juro, ante la diosa Poesía, que no habrá ladrón que robarme pueda,
el recuerdo de esos momentos que juntos vivimos.

Un día lluvioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora