Poema 42.

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Veo la rabia en tus ojos,
te veo, visualizando un pasado,
en el que tú y yo, éramos uno.

Pero yo no presto atención a tus lágrimas,
pues tú no lo hiciste con las mías.

Con una sonrisa salgo de casa, no me hace falta más.
Ni maquillaje que disimule las heridas que me hiciste.

Quiero que sientas la culpa,
quiero que llores por mi.

¿Te arrepientes? Yo no, pues fuiste tú, el que me dejó marchar.

Yo ya no amo a nadie, salvo a mi misma.
Puede que la música, sea mi único amor.

¿Para qué quiero más?
Los poetas siempre hemos sido pobres,
incluso en amor.

Y perdóname, cariño, pero olvidado ya te tengo.

¿Te gusta mi sonrisa? Pues te enviaré una foto, pues será la única forma que tendrás de verla.

Un día lluvioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora