Capítulo 7.

3.5K 258 71
                                    

— ¿Escuché que aquella chica te llamó Sophia? —cuestiona Luke y deja su mochila en el suelo de la cafetería.

—Sí, toda la gente que no va en mi salón me llama así —suspiro y saco el almuerzo que me ha mandado mi madre.

— ¿Por qué? —cuestiona repitiendo mi acción.

—Porque no me gusta mi nombre. Odio "Amelie" tanto como muchas otras cosas de mi vida.

—Creo que ahora recuerdo que ayer cuando nos conocimos dijiste que podía llamarte "Ame o Sophia" —murmura haciendo comillas con los dedos—. Pero Amelie Dayhoff Scott es un nombre lindo.

—Dejaré que creas que así es —suspiro y le doy una mordida al emparedado que me ha hecho mi madre.

Luke saca de su mochila una botella de gaseosa y la desliza sobre la mesa hasta que ésta queda justo frente a mí. Le sonrío a modo de agradecimiento y después la destapo. Bebo un sorbo y hago una mueca, tiene demasiado gas.

—Deja de reírte de mí, Luke Hemmings —sonrío.

—No podría reírme de ti, Amelie —suspira y toma la botella de gaseosa para beber un poco.

Algunas de las personas nos miran con curiosidad y pienso en lo que debe estar pasando por sus asquerosas cabezas. Quizá piensan que soy una campeona porque me he liado con Luke a tan sólo horas de que Landon me botó, pero no es así. Luke y yo simplemente somos un par de chicos que se acaban de conocer.

— ¿Landon es igual de idiota siempre? —cuestiona acercándose a mí de manera cómplice.

—No... A veces lo es más —confieso.

—Creo que aún quiere estar contigo —murmura con su mirada fija en su almuerzo.

—Y una mierda —suspiro—. No quiero estar con él. Yo soy la que ahora desiste de ello.

— ¿Es cierto que decías que es deseable?

—Sólo lo dijo para molestarte, Luke —sonrío.

Él me sonríe también y después quita una morona de pan de mis labios utilizando su dedo pulgar. Por un momento el ruido proveniente de los adolescentes almorzando pasa a segundo plano y sólo soy capaz de centrarme en Luke, en el calor suave que emana de su cuerpo y en la forma de sus labios, que son adornados por aquel arillo negro que perfora su piel.

— ¿Quieres venir conmigo después de clases? —cuestiona.

— ¿A dónde? —pregunto frunciendo el ceño.

—A mi casa.

—Mejor vayamos a la mía. Mi madre cuida a tu hermano hasta que tu mamá llega de trabajar.

—Eso no lo sabía, nana —se burla.

—Cállate, chico H.

El timbre suena avisándonos que se ha terminado el tiempo libre y Luke se pone de pie. Me mira con una mueca y sé por qué lo hace. La siguiente clase que tiene él es composición o una cosa así y yo tengo un taller de expresión, lo cual significa que el resto del día lo pasaremos en aulas distintas. También me pongo de pie y me acerco a él para dejar un beso en su mejilla.

—Llámame cuando salgas —sonrío—. Estaré esperándote.

—Y yo estaré ansioso por verte —sonríe y después se va con su mochila al hombro luciendo como el nuevo que se siente perdido.

Me río por aquel pensamiento chistoso acerca de Luke luciendo desorientado y después me dirijo con un paso firme y rápido hasta mi siguiente clase.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora