Capítulo 59.

1.7K 102 31
                                    

Me miro al espejo y pienso vagamente en que jamás me había sentido así, tan tranquila y feliz. Estos últimos meses han estado llenos de paz y armonía, y a pesar de todo lo que tuvimos que vivir para poder llegar a este punto, me siento muy dichosa de que las cosas por fin estén yendo de lo mejor.

Luke sale del baño cubierto únicamente con una toalla blanca alrededor de su cintura, su mirada se posa inmediatamente sobre mí y me sonríe. Camina sin prisa hasta colocarse detrás de mí y me abraza poniendo sus manos sobre mi cadera.

— ¿Te han dicho que luces espectacular? —cuestiona y me besa fugazmente en la comisura de los labios.

—La verdad es que no —murmuro y agacho la cabeza para que no pueda darse cuenta de que su comentario me ha hecho sonrojarme.

—Pues es verdad —sus labios se posan debajo de mi oreja y comienza a darme breves e irresistibles besos, y por un momento siento que puedo desmayarme entre sus brazos.

—Si no nos detenemos ahora creo que nos retrasaremos un poco para la cena —susurro y después intento apartarme un poco del calor de su cuerpo.

—Es nuestra cena, nadie nos reñirá por eso, pero está bien —él se separa rápidamente de mí y durante unos segundos me siento algo inestable.

Así es. Hoy celebraremos una cena en mi casa, porque hace justo un año Luke y yo nos volvimos marido y mujer.

Hace un tiempo hablamos de lo que ocurrió ese día y acordamos que únicamente nos quedaríamos con los buenos recuerdos y, sin duda alguna, puedo decir que no pudimos haber hecho un mejor acuerdo. Del día de mi boda quiero recordar a papá, sus palabras, él sosteniéndome entre sus brazos, caminando conmigo hasta el altar, Luke en smoking aceptando casarse conmigo y... Y todo eso me sienta a la perfección.

Doy media vuelta y camino hasta la cama para ponerme el vestido vino que he comprado para esta noche, pero Luke lo toma antes de que yo pueda hacerlo primero y lo esconde detrás de su espalda.

—Me gustas más en lencería —murmura y puedo ver que en sus ojos brilla algo muy similar al deseo—. Aunque, ahora que lo pienso, siempre me gustas muchísimo.

—Dame eso y vístete, Hemmings. Tus padres no tardan en llegar —él me regresa mi vestido y posteriormente le guiño un ojo—. Te amo, chico H.

Luke y yo terminamos de arreglarnos algunos minutos después de las ocho, él se ve impresionante con pantalones de vestir y una camisa azul que resalta aún más el tono de sus bellos ojos. Es mío, completamente mío y me fascina.

Ahora me doy cuenta que ambos hemos madurado muchísimo, con el paso del tiempo nuestra relación se ha vuelto más sólida que nunca y nos hemos unido tanto como jamás pensé que fuese posible.

—Ese color te va —me dice mirándome de pies a cabeza—. Estás preciosa.

Él me toma de la mano y posteriormente salimos del ático. Abajo ya se encuentran los Hemmings, mamá, Jeff, Cindy y el pequeño bebé, quién aún no tiene un nombre.

—Buenas noches —murmuramos Luke y yo al unísono.

Por algunos minutos nos vemos envueltos en saludos y abrazos que son bien recibidos, lo más importante en estos momentos, tanto para Luke como para mí, es nuestra familia. Ahora que todo se ha arreglado hemos disfrutado mucho de los momentos como este, todos reunidos únicamente con el propósito de pasarla bien un rato.

El pequeño hermano de Luke se aferra a mí con un abrazo muy bienvenido y sonrío al recordar al pequeño mocoso que disfrutaba haciéndome maldades siempre que tenía que ir a cuidarlo a casa de los Hemmings.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora