Capítulo 44.

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LUKE.

Calum, Ashton y Michael me felicitan animadamente y aquello me hace sentir aún más afortunado, ahora oficialmente Amelie y yo somos "marido y mujer". No importa qué suceda de aquí en adelante, estaremos juntos sin importar lo que tengamos que afrontar.

— ¿Y dónde has dejado a la novia? —me cuestiona Michael y me da unas palmadas en la espalda.

—No sé —frunzo el ceño—. Vi que la estaban felicitando sus padres y después se esfumó.

Intento encontrar a Amelie con la mirada, inspeccionando detenidamente el jardín pero, en efecto, no está.

Me aparto de los chicos y voy hasta donde se encuentra Jeff; él está con su bonita prometida Cindy, la cual luce muy bella, tal parece que el embarazo le ha dado un toque especial. ¿Será así con todas las mujeres?

— ¿Han visto a Amelie? —cuestiono sintiéndome algo intranquilo, como si muy en el fondo supiera que algo no anda bien.

—No —me dice Cindy y mi mirada repara en su vientre, el cual ya se ve un poco abultado.

— ¿Apenas te casaste con ella y ya la perdiste? —me cuestiona Jeff a forma de broma.

—Simplemente desapareció —me encojo de hombros.

—Te ayudaré a buscarla —me dice tranquilamente y se disculpa con Cindy—. La buscaré en el despacho de tu padre, estuvo ahí antes de la boda, quizá olvidó algo.

La idea me resulta bastante coherente así que nos dividimos; primero me dirijo hacia la sala pero, aparte de regalos, no hay nada. Después camino a la cocina y suspiro al darme cuenta de que tampoco está ahí.

¿Dónde te metiste Amelie?

—Oye —le digo a un chico que está preparando algunos platos sobre la barra—. ¿Has visto a la novia?

—Me pidieron que le entregara una nota —murmura y luce nervioso—. Ella fue escaleras arriba.

—Bien, gracias —frunzo el ceño y salgo de ahí.

Me encuentro con Jeff en el recibidor de mi casa y él me dice que Amelie no está en el despacho de mi padre.

—Un mesero me dijo que la vio ir hacia arriba —murmuro—. Quizá necesitaba recostarse un poco.

—Vamos, Hemmings. Quizá se abrumó por todo esto.

Jeff y yo subimos por las escaleras algo apresurados; cuando abro la puerta de la habitación de mis padres me toma tan sólo unos segundos darme cuenta de que tampoco se encuentra ahí, así que camino en dirección a mi habitación.

Mientras más me acerco a la puerta me siento más preocupado, como si algo realmente malo estuviese a punto de pasar.

Jeff abre la puerta y el mundo se pone de cabeza cuando veo a Amelie tirada en la alfombra. En la pantalla de plasma se está reproduciendo un vídeo. Un vídeo reciente que me lleva unas semanas atrás, cuando me reuní con Sandy para darle lo que me pidió como condición para marcharse. Y ella, rubia y culpable está a un costado de Amelie, su mirada se sorprende cuando se percata de que la hemos descubierto.

— ¿Qué mierda, Luke? —me grita Jeff y se tira de rodillas junto a su hermana—. Llama una ambulancia, imbécil.

Con las manos temblorosas saco mi celular del bolsillo de mi pantalón y marco a emergencias.

— ¿Qué hace esta ramera aquí? —escupe Jeff con toda su furia—. ¿Y qué mierda es todo esto?

Él me mira con asco y desprecio. Y aquello hace que yo me sienta sucio, sucio por haber tenido sexo con Sandy para convencerla de que se largara de aquí para siempre. Yo no me di cuenta de que ella nos estaba grabando aquel día, pero debí suponerlo. Soy un completo idiota.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora