Capítulo 49.

1.6K 121 8
                                    

Me miro al espejo, reparando más tiempo del necesario en la gran cicatriz que se encuentra justo en el centro de mi pecho, acaricio los bordes suavemente con mis dedos mientras pienso en papá. La nostalgia me vuelve presa y aprieto los ojos; quiero entender lo que él hizo por mí, pero daría cualquier cosa con tal de verlo una vez más, abrazarlo y decirle lo mucho que lo amo.

Me sobresalto cuando alguien abre la puerta del ático. Es mamá. Ahora se ve más tranquila que hace unos días, todos estamos saliendo adelante poco a poco, las cosas están volviendo a su lugar y lo único que nos falta a todos es mi padre.

—Blake está abajo —murmura mamá y se acerca a mi—. Dijo que necesitaban hablar conmigo de algo importante. ¿Necesitas decirme algo antes de que bajemos?

Suspiro pesadamente mientras medito por algunos segundos qué es lo que voy a decirle a mi madre. Ella no sabe que estoy a punto de irme con Blake para apoyarlo en su tratamiento.

—La verdad es que me gustaría que habláramos de esto junto con Blake —le digo y después intento mostrar una sonrisa que resulte tranquilizadora. No sé si lo he conseguido.

—Bien —asiente y después da media vuelta para retirarse.

Salgo de mi habitación siguiendo los pasos de mi madre y bajo las escaleras siendo muy paciente, no sé cómo reaccionará mi madre cuando se lo digamos y, a pesar de que me siento completamente segura de mi decisión de irme con Blake, no es como que quiera separarme de mi familia en este preciso momento, a todos nos hace falta mucho como para poder asegurar que estamos bien.

El moreno se pone de pie en cuanto nos reunimos con él en la sala, se rasca la nuca luciendo nervioso y me sorprendo muchísimo al darme cuenta de que se ha rapado la cabeza completamente. El corte le va bien y pensaría que luce realmente atractivo si no supiera lo que hay detrás de ese cambio.

—Hola Amelie —murmura y viene hasta mí para saludarme con un beso en la mejilla—. ¿Cómo estás?

—Estoy mejor, gracias —sonrío levemente y después tomo su mano para darle un apretón—. ¿Tú qué tal?

—Le comentaba a tu mamá que he estado un poco mal —suspira y se sienta en el sofá de nuevo.

—Aunque no me ha querido decir qué lo tiene así —comenta mamá y cruza sus brazos frente a su pecho.

Sé que ella también está preocupada por Blake, puesto que en estos últimos días todos nos hemos vuelto más unidos.

— ¿Se lo digo yo? —le pregunto a Blake y pongo mi mano izquierda sobre su hombro, para reconfortarlo un poco.

Él simplemente asiente y agacha su cabeza, darme cuenta de lo afectado que está por esta situación me resulta totalmente asfixiante, sé que él tiene miedo y me gustaría poder hacer algo para poder aplacar un poco todas esas emociones destructivas que se desplazan quemando todo a su paso dentro de su cuerpo.

—Blake tiene... tiene cáncer, mamá —suspiro—. Parece que no está tan avanzado y puede haber una esperanza.

El rostro de mi mamá se contrae y sé que va a empezar a llorar, lo sé porque desde que papá se fue ha estado muy sensible.

— ¡Oh, Blake! —ella se acerca al moreno y lo estruja entre sus brazos de una manera tan maternal que hasta a mí me resulta verdaderamente reconfortante.

—Mamá —murmuro—, el punto de esta charla es que... Blake encontró un buen oncólogo en Nueva York y...

—Le pedí que fuera conmigo —dice Blake, completando mi oración—. Necesito que Amelie me acompañe en esto, por favor.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora