STAY - L.H -

Capítulo 53.

La tarde ha caído ya y al fijarme en mi reloj de pulsera me doy cuenta de que faltan tan sólo tres horas para que la cirugía de Blake comience. Los nervios suben rápidamente hasta mi cabeza y por un momento me siento mareada. De verdad deseo que todo salga bien ya que, siendo completamente sincera, me da mucho miedo que las cosas se pongan aún más difíciles.

Luke está parado frente a mí, ninguno de los dos ha dicho palabra alguna desde que él se atrevió a confirmar la historia de aquella chica nueva con la que ha estado saliendo desde hace algunas semanas.

Por otro lado, ver a Luke parado en medio de la sala del penth house que nos heredó mi padre es simplemente un sueño, el cual se lleva poco a poco los recuerdos de las terribles vivencias que hemos pasado aquí.

— ¿No vas a decir nada? —cuestiono después de un rato, sintiéndome verdaderamente frustrada—. Mínimo dime cómo es ella.

—Amelie... —murmura y su tono está plagado de advertencia.

—Dímelo, te juro que puedo resistirlo —miento.

—Es... linda —murmura en voz baja y un poco indeciso—. Es castaña y estudia repostería. Ella vive en la casa de al lado, mi madre le vendió la propiedad y... tiene un hijo de cinco años.

—Vaya —suspiro—. Y parece que realmente te gusta. ¿Dónde está el padre de su hijo?

—Amelie... ella es una chica excepcional, no me concierne hablar del tema de su hijo y creo que a ti menos.

¿Qué? La forma en la que ha dicho eso me ha dado un golpe en seco. ¿La está protegiendo? Sinceramente no es como que a mí me interese en lo absoluto la vida de esa chica, simplemente quiero saber un poco más de ella para así poder entender qué fue lo que Luke vio en ella.

—Bien —asiento después de unos minutos—. No me meteré en lo que no me importa.

—No quise...

—Sí, sí quisiste —suspiro—. Y creo que está bien. Protégela lo más que puedas Luke, no cometas errores con ella. De esa forma no terminarás perdiéndola, como a mí.

Me doy media vuelta intentando contener mis ganas de llorar. Comienzo a caminar en dirección a mi habitación y de pronto escucho los pasos de Luke, él viene detrás de mí y aquella idea me asfixia. No puedo estar con él ahora, no quiero ver que aquel brillo que tenía en sus ojos cuando estábamos juntos se ha desvanecido casi por completo. Aquello simplemente me destrozaría el corazón y ahora más que nunca tengo que estar bien.

—Amelie...

—No ahora, Luke, por favor —murmuro—. Al final del pasillo hay una habitación para huéspedes. Puedes quedarte ahí.

—Pero...

Entro en mi habitación sin mirar atrás y cierro la puerta. Me siento mal ahora que me he dado cuenta de que nada de lo que imaginé para nuestro reencuentro se va a hacer realidad. Él ya se olvidó de mí y de cierta manera sé que aquello puede ser mi culpa. Yo fui la que tomó la decisión de irse.

Me paro frente al espejo y me percato de que la sonrisa que tenía antes de ir por él al aeropuerto se ha desvanecido; cierro los ojos recordando aquel abrazo que nos dimos hace un rato, su aroma, su calidez, el golpeteo errático de nuestros corazones y su aliento suave y terso acariciándome la piel...

Me sobresalto cuando abre la puerta de mi habitación, se acerca decididamente hacia mí y después me toma por la cintura, me hace caminar de espaldas y me arqueo levemente al sentir el frío de la pared chocando con mi cuerpo.