STAY - L.H -

Capítulo 18.

Hemos perdido más de dos horas en una "clase exprés" de supervivencia y maniobras en caso de que algo no salga como es esperado después de saltar del helicóptero. Las chicas siguen negándose a hacerlo y las entiendo, ahora mismo tengo un nudo en el estómago que me provoca dolor por la anticipación y el nerviosismo.

Observo a los chicos que lucen fascinados por la explicación de Rob, nuestro asesor de actividad. Todos ellos se ven tan ansiosos por saltar que a simple vista parece algo totalmente loco.

Daniel, el señor que nos atendió en un principio se ha estado encargando de preparar el equipo y el helicóptero, todo parece ser demasiado seguro, pero según las explicaciones que he estado escuchando, cualquier cosa puede salir mal en un momento inesperado.

— ¿Lista? —pregunta Luke arqueando una ceja. Aún veo la emoción en sus ojos.

—Eso creo —asiento.

—Eres muy valiente —murmura y pone un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Nuestro pequeño momento es interrumpido por un grito de Vicky, que se niega ante las insistencias de Calum. Es un tanto gracioso, puesto que en mi interior hay una vocecita que me exige que no lo haga.

Me asusto un poco cuando mi celular comienza a vibrar. Suspiro pesadamente y lo saco del bolsillo de mis shorts.

—Bueno —respondo alargando la última sílaba de la palabra.

—Cindy y yo hemos venido a cenar a casa, ¿dónde estás? —cuestiona Jeff con la voz calmada.

—Lejos —suspiro—. He salido con Luke.

—Espero que estén acompañados en lo que sea que estén haciendo. No quiero sorpresas, Amelie.

—Vaya, gracias por la confianza —bufo—. De todas formas que bueno que no estoy en casa.

— ¿Qué estás haciendo? —cuestiona ignorando mi pequeña rabieta.

—Me aventaré de un paracaídas —sonrío.

— ¡¿Qué?! —Me grita—. Quiero que regreses a casa de inmediato y si no lo haces te rastrearé el celular e iré por ti.

—Suerte con llegar antes de que lo haga. Saluda a tu novia de mi parte —y cuelgo.

Luke me mira con una expresión confundida y a aquello le agrega una ceja elevada. No quiero hablar de mi hermano ahora mismo, no cuando estoy luchando contra aquel impulso que me obliga a ser una cría desenfrenada que odia a la prometida de su hermano.

Daniel aparece de nuevo, arrastrando unos equipos y los deja frente a nosotros.

—Todos tienen que colocarse eso antes de subir al helicóptero. Chequen que los arneses estén adecuados y que no estén flojos.

—Hagámoslo —murmura Michael y se acerca a tomar su equipo.

Yo agarro el traje después de Luke y las manos me sudan. Esta cosa es como un overol de trabajo, tiene varios ganchos y arneses, además de cierres que no alcanzo, así que ojos azules me ayuda con ello.

El equipo me ahoga y creo que no tiene nada que ver con el calor que está haciendo, simplemente me siento un poco sofocada por todas y cada una de las emociones que crecen desenfrenadamente dentro de mi pecho.

Vicky, Ruth y Tina no han accedido a tirarse y los chicos han dejado de insistir, así que cuando todo está listo nosotros cinco seguimos las últimas indicaciones.