Capítulo 4.

4.5K 257 53
                                    

Steven se ha dormido con la cabeza sobre las piernas de Luke desde hace una media hora. El rubio y yo permanecemos en silencio en la sala, mientras el ruido tenue de la televisión le canta una suave melodía a mis pensamientos sobre Landon. Sé que no debería sentirme así, pero no puedo evitar pensar que tengo un papel pegado en la frente en el que se puede leer claramente: "No me ames".

—... ¿Amelie?

—No me ames.

Luke comienza a reír y el calor asciende a mis mejillas rápidamente. Odio cuando empiezo a pensar en voz alta. Aquello hace de mí una persona más vulnerable, de ésta forma siento que cualquiera que conozca mis pensamientos puede herirme con facilidad. No es algo muy sencillo de entender pero ha sido mi teoría desde hace algún tiempo, por ende me gusta estar sola la mayor parte del tiempo, la música es la mejor forma que tengo para acallar las voces de los demás, aparte así puedo darle un enfoque diverso a todo lo que hay dentro de mi cabeza.

— ¿Por qué no habría de amarte? —cuestiona aun riendo un poco.

—Pensé en voz alta —suspiro—. ¿Estabas diciéndome algo?

—Te preguntaba acerca de la escuela —sonríe—. Tengo curiosidad.

—Pues tendremos un par de clases juntos, ambas te gustarán —suspiro—. Encajarás fácilmente.

— ¿Lo crees?

—Sí —asiento—. Tienes aquella apariencia que las chicas aman.

— ¿Ah sí? —pregunta enarcando una castaña ceja.

Diablos. Yo no debí decir tal cosa. O sea, es obvio que el chico H tiene un buen físico; no es tan musculoso como Landon y otros chicos, pero tiene la forma adecuada, sus ojos azules compensan cualquier defecto que alguien pudiera enunciar de él y además tiene un arillo en su labio inferior que resulta un tanto seductor.

—Creo que debería irme ya —suspiro. Aún siento las mejillas calientes por mi nada apropiado comentario de hace un rato.

—Mi mamá aún no llega —responde él y me sonríe de una forma extraña.

—Cierto —asiento—, aún falta como una hora.

—Llevaré a mi hermano a su habitación y después quizá podríamos pedir pizza —propone.

Debido a que estoy famélica, asiento. Luke se pone de pie y levanta a Steven en brazos de una forma bastante ágil. Quiero retirar mis pensamientos de hace un rato, el chico H es fuerte, tiene unos bíceps pálidos bien formados. Mi mirada lo sigue hasta que él desaparece escaleras arriba, posteriormente cierro los ojos y los aprieto con fuerza. Sólo tengo que contenerme un rato más antes de que la carga emocional descargue toda su fuerza aplastante sobre mí.

— ¿De qué te apetece? —cuestiona a su regreso.

—Hawaiana. Es la única pizza que me gusta —suspiro y me encojo de hombros.

—Lo que acabas de decir me da muchas ideas para bromear sobre ti —sonríe y coge el teléfono.

—Es lo que todos hacen constantemente, no veo por qué tú marcarías la diferencia.

El frunce el ceño levemente y después comienza a charlar con la persona de la pizzería. Éste día sólo parece empeorar con cada minuto, únicamente estoy esperando que Luke se canse de mí —como todos los demás—, y me corra de su casa.

Nunca me he considerado una persona extrovertida y alegre, la mayor parte del tiempo estoy tan sumida en mis pensamientos que me cuesta trabajo ponerle atención a la persona que esté a mi lado, no me gusta alardear sobre mí porque pienso que siempre habrá alguien que acalle aquella vanidad diciendo mierda acerca de mi apariencia o de mi forma de ser. A pesar de que Landon decía que yo era bonita, ahora tengo mis dudas, quizá yo no soy lo suficientemente bonita como para que él permaneciera a mi lado mucho más tiempo.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora