Capítulo 14.

3.3K 222 51
                                    

El aroma de la cena de mamá llega hasta mi nariz en cuanto entramos a mi casa. La luz de la cocina está encendida y me da un poco de pena pensar en que mi madre deducirá lo que ha sucedido entre Luke y yo ésta noche.

Me quedo en la sala, con la mano del chico H sujetando la mía. Estamos tan cerca que casi puedo saborear sus labios otra vez. Quiero cerrar los ojos y sentir su respiración a tan sólo milímetros de la mía, que su calor corporal se fusione con el mío y quedarnos así por el resto de la eternidad.

— ¡Amelie! —exclama Jeff, está detrás de Luke con los brazos cruzados frente a su pecho.

—Hola, hermano —sonrío inocentemente y siento como Luke se pone nervioso.

—Hemmings, te dije que si veía sólo un rastro del brillo labial de Amelie sobre ti te iba a ir muy mal.

Luke se pone colorado y lleva su mano derecha hasta sus labios de una forma un tanto discreta. La cara de mi hermano cambia de la diversión al enojo en cuestión de segundos puesto que Luke nos ha delatado solito. Él no tenía una mancha de mi labial, yo se lo hubiera dicho en todo caso, sólo que el grano en el culo que tengo como hermano le ha jugado una broma para obtener una respuesta certera y ojos azules ha caído tan fácil que me sorprende.

—Déjalos en paz, Jeff —murmura mi madre saliendo de la cocina—. Estoy segura de que se han portado bien.

—Yo no conozco lo suficiente a Luke como para asegurarlo —responde mi hermano.

—Nuestras familias están muy ligadas —dice mi mamá sonriendo—. Así que sé cómo educó Liz a sus hijos.

—Ellos se besaron —comenta Jeff y mamá abre los ojos, está demasiado sorprendida como para decir algo.

Yo me sonrojo como nunca en la vida y las comisuras de mis labios se elevan suavemente al recordar el momento en que Luke me sujetó tan cerca de su pecho que no había nada más que deseara en aquel momento. Siento la mirada de mamá sobre mí y no sé qué decirle, quizá éste es el momento más incómodo que he tenido en mucho tiempo.

— ¿Te quedas a cenar, Luke? —pregunta mi madre.

—No, señora Scott, muchas gracias —sonríe—. Sólo vine a acompañar a Amelie.

— ¿Seguro? —pregunto en un susurro.

—Sí —asiente—. Tengo que volver a casa, pero muchas gracias.

Mamá toma a mi hermano del brazo y lo arrastra hasta la cocina. Luke y yo nos quedamos completamente solos de nuevo y aquello simplemente me hace sonreír.

—Nos delataste —murmuro acusadoramente.

—Lo siento —ríe y se rasca la nuca.

—No importa —suspiro—. Creo que tendré que buscar una excusa.

—No tienes que inventar nada —me dice y acaricia mi mejilla suavemente—. Pasó lo que tenía que pasar y nuestras familias tienen que volverse conscientes de ello.

¿Cómo?

—Hasta mañana, Amelie —sonríe y me besa suavemente en la frente.

—Adiós, ojos azules —sonrío—. Dale un gran beso a Steven de mi parte.

— ¿A Steven? —Cuestiona graciosamente alzando una ceja—. ¿Y yo qué?

Lo insto para que camine hacia la puerta y cuando ambos estamos fuera me pongo de puntitas para besar lentamente sus labios. Me siento fuera del radar de mi hermano y aquello me deja más tranquila.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora