Capítulo 40.

1.9K 125 23
                                    

LUKE.

Jeff y el padre de Amelie se han ido a la cocina porque ella así lo ha pedido. El silencio que hay entre nosotros es bastante incómodo y me extraña, porque nunca había sido así. Aún estoy un tanto nervioso por lo que acabo de hacer, mi corazón late rápidamente cuando recuerdo la mirada seria y dura del padre de Amelie diciendo que podía casarme con ella.

—Eres muy im... impulsivo —dice finalmente, aunque tengo la vaga sospecha de que eso no es exactamente lo que ella quería decir.

— ¿Imbécil? —cuestiono elevando una ceja e intentando lucir divertido.

—No... Yo... es decir, ¿de verdad quieres casarte conmigo?

— ¿Qué hay de malo en ello, Amelie? —le pregunto y después tomo sus dos manos.

—Voy a morir —susurra ella y puedo ver el miedo incrustado en sus bellos ojos.

— ¿Y?

—Tú... ¿lo haces para darle a la chica moribunda sus últimos minutos de felicidad?

Que insinúe que sólo me quiero casar con ella únicamente porque está a punto de morir me llena de enojo rápidamente, ¿por qué no entiende que la amo?

—Te amo, Amelie, es todo.

—Si no estuviera enferma... ¿También querrías casarte conmigo?

—Sí —asiento sin dudarlo—. No ahora... a esta edad, pero sin duda querría hacerlo.

Ella se refugia en mis brazos y puedo sentir su aliento suave contra mi cuello. No quiero que nada malo le pase, me rehúso a creer que en cualquier momento su corazón podría dejar de latir. No quiero perderla.

— ¡Dios santo, Luke! ¿Qué está mal contigo? —exclama Kate saliendo de la cocina, se lleva las manos en la cabeza y me mira acusadoramente.

—Mamá... —murmura Amelie, alargando la última sílaba de aquella palabra.

— ¡Estás loco! —exclama de nuevo, ignorando a Amelie.

—Kate, por favor —pide Jacob, acercándose a ella para tranquilizarla un poco.

—Y tú estás más loco por decirle que sí —le recrimina ella al hombre esperma.

— ¿Nos dejan hablar con mi madre? —cuestiona Amelie y se pone de pie.

Cindy, Jeff y Jacob vuelven a la cocina y aquello me parece un tanto gracioso. Nunca había visto a Kate tan alterada por algo.

—Mamá... —susurra Amelie, intentando tener toda la atención de su madre.

—Ustedes no pueden hacerlo, están locos si...

—Kate —murmuro—, sé que suena como algo que diría un desquiciado que está fuera de control, pero únicamente quiero hacer feliz a Amelie, quiero que ella esté bien y sobre todo quiero demostrarle que la he elegido a ella para siempre, que me quedaré pase lo que pase.

El rostro de Kate cambia drásticamente después de que termino de hablar. Ahora ya no luce increíblemente alterada, ahora únicamente hay miedo. Un miedo que me transmite a mí y justo ahora puedo entender aunque sea un poco cómo es que se siente con toda esta jodida y desafortunada situación.

—Yo... yo sólo... No quiero que te vayas Amelie —le dice Kate a mi chica, intentando contenerse para no empezar a llorar.

—No me voy a ningún lado mamá —responde ella—. Aún no.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora