Capítulo 29.

2.6K 164 17
                                    

Las cuatro en punto. Me aferro fuertemente a mi almohada mientras me hundo más y más en aquel agujero negro que ha vuelto a mi vida. Una vocecita razonable dentro de mi cabeza me sugiere que quizá se le hizo tarde, que él llegará en cualquier momento; pero la contraparte insiste en que él ha vuelto a las andadas y que me defraudará una vez más.

No quiero ser presa del dolor otra vez.

Mi padre dijo que vendría por mí y no sé cómo me sentiré si no lo hace. Tengo miedo de que sus palabras se las haya llevado el viento, me aterra pensar en que él no va a estrecharme en sus brazos una vez más, de la misma forma en la que lo hizo ayer.

La puerta de mi habitación se abre lentamente, permitiéndome ver a Jeff ahí afuera, justo bajo el umbral. Su mirada irradia compasión y aquello únicamente me hace sentir peor.

— ¿Puedo pasar? —pregunta suavemente.

—Claro —suelto un bufido y me incorporo tomándome mi tiempo.

— ¿Cómo estás? —cuestiona, sentándose a un costado mío.

—Pues... pensé que era obvio —suspiro—. La verdad es que no quiero sentirme mal de nuevo y menos por su culpa.

—Entiendo, Amelie —asiente y pone su mano sobre mi hombro—. Te juro que te entiendo, pero no puedes dejar que todo esto se vuelva contra ti de nuevo, él ya te ha hecho demasiado daño como para que le permitas hacerlo de nuevo.

—Sé que tienes razón, Jeff. Pero ayer... me entusiasmé muchísimo cuando él me abrazó... tuve lo que siempre había querido.

—Lo amas, ¿no?

—Quizá sea demasiado idiota de mi parte, por todo lo que él ha causado en mí, pero sorprendentemente no lo odio, todo lo contrario.

Y es únicamente la verdad. Amo a mi padre a pesar de todo lo que ha sucedido entre nosotros. Sé que él es la fuente inagotable del dolor que guardo dentro de mi pecho, pero, ¿quién en su sano juicio odiaría a la persona que le dio la vida?

Mamá aparece en mi ático de la misma forma en la que lo ha hecho Jeff. Se acerca cautelosamente a nosotros y su rostro desprende preocupación. No me gusta ver a mi madre así.

—Él está abajo —murmura casi en un susurro.

Mi corazón comienza a palpitar con una rapidez impresionante y aquello provoca que mi respiración se altere. No puedo dejar que ellos se den cuenta de eso porque únicamente les serviría para argumentar que no puedo salir de aquí. Así que intento tranquilizarme.

— ¿Estás segura de esto? —Cuestiona mamá—. Amelie...

—Mamá, sólo quiero pasar un poco de tiempo con él —murmuro, interrumpiéndole—. No me hará daño.

—No quiero que sufras más —responde ella—. Sé todo lo que has pasado y...

—Estaré bien —insisto—. Él no puede lastimarme más. Lo juro.

—Promete que si te sientes mal llamarás —me pide, apretando las manos con ansiedad.

—Lo prometo —sonrío.

Jeff se ha quedado callado y sé que él no está muy de acuerdo con esto, lo que me lleva a pensar en que no confía en el arrepentimiento de su padre.

Yo tampoco estoy muy convencida de que haya cambiado de opinión de la noche a la mañana, pero si no me acerco a él ahora, después puede ser demasiado tarde.

La única verdad en todo esto es que no quiero morir sin haber conocido de verdad a papá. Necesito averiguar qué fue lo que lo llevó a repudiarme y a no quererme dentro de su vida.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora