Capítulo 39.

1.9K 135 57
                                    

Cuando abro los ojos me doy cuenta de que estoy en la sala de mi casa, o lo que será mi habitación de aquí en adelante ya que todos creen que ni siquiera puedo subir las escaleras hasta llegar a mi ático.

Alguien suspira muy cerca de mí y es hasta ese momento que me doy cuenta de que no estoy totalmente sola.

Es Luke.

Tiene los ojos rojos y en su mirada hay un poco de miedo y dolor. Creo que se ha enterado ya de todo lo que ha dicho el médico acerca de mi estado de salud.

Él no dice nada, simplemente se acerca a mí y me abraza de una forma tan especial que siento que puedo romperme a llorar en cualquier momento. Pero no lo voy a hacer, quiero que Luke tenga un buen recuerdo de nuestra última vez juntos.

Sí. La última.

—Hola —susurro con mi boca muy cerca de su cuello.

—Hola —responde él y posteriormente me da un beso en la cabeza—. No te vayas Amelie, no me hagas esto por favor.

—Luke...

—Tu madre me contó lo que dijo el médico. No puedes estar tan mal, tú no.

—Créeme que yo misma odio estar así. No quiero...

—Shhh, no lo digas —murmura y mueve su cabeza un poco hasta que está justo frente a mí.

Mis manos frías y temblorosas comienzan a sudar mientras el aliento de Luke choca con mis labios. Quiero besarlo, quiero sentirlo tan cerca de mí como sea posible pero no lo haré.

—Mejor vete, Luke —le digo antes de que pueda besarme y me aparto un poco—. No quiero que nos volvamos a ver y por favor... no sufras por mí. Lo que menos quiero para todos ustedes es que sufran.

—Te conseguiremos un corazón, todos se están moviendo para encontrar un donador —me dice y en su tono hay un ápice de esperanza que hace que todo esto me duela aún más.

¿De verdad creen que puedo lograrlo?

—No quiero verte de nuevo por aquí y por el bien de ambos deberías hacerme caso cuando te pido que te vayas.

—No me voy a ir, no voy a dejarte sola porque te amo. Te amo como jamás en la vida había amado a alguien.

— ¿Qué hay de Sandy?

—Y una mierda con ella. No quiero estar lejos de ti, me aterra despertar un día y que me digan que ya no estás, que te has ido para siempre.

—Oh, Luke...

Acaricio su rostro y empiezo a llorar. Últimamente es lo único que hago, llorar y quejarme por todo lo que está sucediéndome.

—No llores, Amelie. Voy a estar contigo. Un día me hiciste prometer que me quedaría contigo y lo voy a hacer.

—No quiero que sufras por mí, chico H —susurro.

—Sufriría más dejándote.

Nos acomodamos en el sofá de tal manera que yo quedo recostada en su pecho, completamente entre sus brazos. El tiempo se va mientras escucho el latir de su corazón, un corazón sano que no merece sufrir por lo que me está pasando.

Cierro los ojos aferrándome con todas las fuerzas que me quedan a este preciso momento, quiero permanecer así todo el tiempo que me resta de vida, quiero conservar el hermoso recuerdo del amor tan puro que existe entre Luke Hemmings y yo.

—Gracias por hacerme feliz Luke —susurro sin abrir los ojos—. Fuiste quien me enseñó a amar de verdad, por muy cliché que suene, así es. Te amo, Luke.

STAY - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora