El viaje más largo | Carl Grimes |

40-Peligro

Capitulo Especiaaaaaaaaaaaal

|Narra ____|

-____, ¿es verdad lo que dijo?- pregunto Carl. No le conteste y salí corriendo.

Que iba hacer ahora, aun tenia esas pesadillas, pero ya me había acostumbrado. Creo que ya lo empezaba a superar, o al menos a vivir con eso que me paso.

Corría por el bosque. No quería regresar a Alexandria, Corría entre los arboles sin dirección alguna. Solo escuchaba que Carl corría tras de mí y sus gritos diciendo mi nombre.

Iba corriendo y sin darme cuenta un par de caminantes estaban delante de mí. Deje de correr y tropecé con una rama. Uno de los caminantes se estaba acercando. Pero antes de llegar a mi recibió un disparo en su cabeza, gire para atrás y allí estaba Carl, Me hizo una seña para que corriera y así lo hice, me levante y corrí lo más que pude, dejándolo solo con esos caminantes. Corrí. Corrí. Corrí. Y no deje de correr hasta que estuviera segura que Carl no me encontraría. No quería regresar nunca más a Alexandria. O al menos no volver a Carl. No sé cómo volveré a verlo a los ojos. El dolor que sentía dentro de mí era tan fuerte, que comenzaba a sentirme mal. Saber cómo mis esperanzas terminaban, mi vida no sería igual, mis sentimientos recién destruidos. Todo se arruinaba. ¿En que pensaba?, como alguien podría ser feliz en esta basura de mundo. Solo a mí se me pudo ocurrir eso.

Seguía corriendo... sentí que mis pies se arrastraban, no tenía fuerzas para correr más, comencé a correr más lento hasta que no pude más y me deje caer en el suelo. Comencé a arrastrarme hasta llegar a un árbol, me senté frente a él y abrace mis rodillas, acurruque mi cabeza entre ellas para no ver nada, creo que era mejor esperar mi muerte. Pasaron los minutos y me sorprendió que no llegara ningún caminante, pero mi sorpresa se fue cuando comencé a escuchar esos pasos torpes que solo los caminantes pueden hacer. Imaginaba como sería mi vida en el cielo, por fin podre conocer a mi mama, y al instante recordé a mi papa, que sentirá el cuándo Carl de diga que he muerto. ¿Qué será de todos?

Levante mi cabeza llena de lágrimas y justo como lo pensé. El caminante estaba muy cerca de mí, me tomo de los hombros y lanzaba mordidas, yo lo sujete del pecho para que no se acercara a mí. Todas esas técnicas de defensa las había olvidado. Esa ____ valiente que era había desaparecido, No sabía cómo defenderme. Un enorme sentimiento de miedo entro en mí. No sabía qué hacer, por primera vez no sabía qué hacer. Empecé a llorar más, sentía una gran presión en el pecho, de que ya me estaba faltando el aire.

-Déjame... déjame- decía llorando.

Mis fuerzas se había agotado, y ese maldito podrido ya se estaba acercando a mi rostro, estaba ansioso por probar de mí. Di un leve empujón del caminante separándolo unos pequeños centímetros de mí. Forme una sonrisa en mi rostro y lo mire

-Provecho- dije. Y lo solté. Ese estúpido caminante estaba a punto de morderme cuando cayó muerto sobre mí. Maldita sea. Aun con lágrimas en los ojos gire para ver quién era el que disparo. Carl en serio él estaba en todos lados, juraba que lo había perdido.

-____ que esta pas.... - dijo pero no termino de decir por qué Salí corriendo de allí

[...]

Aún seguía corriendo, pero ahora en dirección a Alexandria, Carl corría tras de mí y no quería cruzar ninguna palabra con él. Estaba ansiosa por llegar a Alexandria y abrazar a mi padre. Sé que si me ve llorar y sin querer hablar con Carl, pensara que me hizo algo y le prohibirá acercarse a mí. Ese sería mi único consuelo. Pero si Carl dice algo volveré a ir con mi psicóloga, que después de tanto tiempo por fin pude dejar de ir a visitarla.

-Abran la puerta- Grite mientras me aproximaba corriendo a la puerta de Alexandria. Al instante vi como el hijo de Deanna, Spencer, abría la puerta rápidamente y me miraba con preocupación, entre por Alexandria caminando y enseguida venia Carl, a un par de metros detrás de mí.