El viaje más largo | Carl Grimes |

Capitulo 19: Pesadillas

|Narra Carl|

La noche se hizo larga, había tomado mi turno para cuidar los alrededores de la comunidad. Todos estaban inquietos, y estar cuidando por las noches les daba paz a los habitantes de Alexandria.

—Ve a dormir, Carl. Es mi turno —habló Michonne, llegando por detrás.

—Buenas noches —respondí. Camine por la calle en dirección a mi hogar, iba pasando frente a casa de Deanna, dónde Chloe vivía. Recordé el último momento de felicidad que habíamos tenido, aquel día cuando fingí perder la memoria y estuve a punto de darle un beso. Tome valor y camine hacia la puerta. Toqué un par de veces y minutos después salió Reg.

—Buenas noches — hablé. —¿Cómo se encuentra Chloe?—

—Bien, Carl. Gracias por preguntar. —respondió. Asentí con la cabeza y di un par de pasos hacia atrás para retirarme. —¿Quieres hacerme un favor? —

Asentí con la cabeza, deteniendo mis pasos.

—Deanna y yo ya estamos viejos, no podemos cuidar a Chloe mucho tiempo, es agotador para ambos. Aiden y Spencer cuidarán Alexandria toda la noche, ¿Podrías quedarte un par de horas con ella? —

—Sí, no hay problema —contesté. Comencé a caminar detrás de Reg para que me indicara dónde está la habitación de Chloe.

[...]

Estaba por quedarme dormido sobre una silla en la habitación de Chloe. Recordaba su mirada de angustia cuando encontramos su ropa en la habitación de aquel lugar. No sabía lo que había sucedido y dudaba que algún día ella quisiera contarme.

Chloe comenzó a hacer ruidos y a quejarse, su frente se llenaba poco a poco de sudor. Sus puños estaban apretados y fruncía el ceño. En un par de segundos abrió los ojos.

—¿Estás bien? — hablé, haciendo que se asustara. Ella volteó a mirarme.

—¿Qué haces aquí? —preguntó con sorpresa.

—Reg me pidió que te cuidara un par de horas. —respondí. Era muy cierto que Chloe era una persona valiente, y aunque ha tomado muchas decisiones impulsivas, es madura para su edad, pues ambos tuvimos que acostumbrarnos al nuevo mundo, y madurar para poder sobrevivir. Pero, verla al punto de quiebre, me causaba una necesidad de permanecer aquí con ella, para cuidarla y consolarla en cualquier momento que me necesitase. Deseaba que ella me lo pidiera, pues mi orgullo no me dejaría dar el primer paso nuevamente, ya lo había arruinado una vez.

—Estoy bien, no necesito cuidados de nadie —reprocho.

—No estoy muy seguro, hace unos momentos parecía que tenías miedo de algo, y solo estabas soñando. —hable. Chloe mantuvo silencio. Acomodo su cabeza en la almohada y cerró los ojos.

—¿Cómo te sientes? —pregunte.

—Ya lo habías preguntado— respondió enfadada.

—No me respondiste — me levanté de mi lugar y caminé hacia su cama, haciendo que ella abriera los ojos y me mirara.

—Estoy bien, no necesito que me cuiden —

—Está bien, entonces dormiré. —dije. Revolví un poco su cabello y caminé hacia la salida de la habitación.

—Carl — escuché detrás de mí. —¿Miguel? —esperaba que le dijera que estaba bien, y aunque ella vio su cadáver personalmente, seguía sin creerlo.

—Está en un sitio mucho mejor que aquí —fue la única respuesta que podría darle de aliento y consuelo ante la muerte de su mejor amigo.

|Narra Chloe|